SIGUE EL ESCÁNDALO DE LA FUNDACIÓN "MADRES DE LA PLAZA DE MAYO"
viernes, 16 de diciembre de 2011
LA VERDADERA CARA DE
LA FIDELISTA LADRONA HEBE DE BONAFINI
SIGUE
EL ESCÁNDALO DE LA FUNDACIÓN
"MADRES DE LA PLAZA DE MAYO"
(12-15-11-10:30AM)
En las fotos: La vieja bruja Hebe de Bonafini y su hija María Alejandra
La hija de Bonafini hizo estafas en Bolivia
Argentina (El Universal).- Sergio Schoklender, ex
apoderado de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo, y María Alejandra
Bonafini, hija de Hebe, la líder del organismo de Derechos Humanos, son
investigados en Bolivia, por presunto fraude y lavado de dinero, según el pedido
que la Interpol boliviana le hiciera al juez argentino, Norberto Oyarbide.
Schoklender y la hija de Bonafini, quienes también
están bajo la lupa de la Justicia argentina, son investigados junto a un
centenar de personas más en la Unidad de Investigaciones Financieras de Bolivia,
que mediante su directora, Mariela Sánchez, requirió la información a través de
Interpol, se informó ayer.
Los datos que requiere la Interpol son “antecedentes
policiales, judiciales y movimientos migratorios” de ellos dos y de la esposa
de Schoklender, Viviana Sala; del piloto de sus aviones privados, Gustavo
Serventich; del presunto socio de Schoklender, Fernando Caparrós, y
del ex ministro de Trabajo de Carlos Menem, Enrique Rodríguez, otro de
los socios de los hermanos Schoklender en varios emprendimientos con las
viviendas sociales de la Fundación, como también del fallido restaurante 70, del
barrio porteño de San Telmo. También se pide información de otros funcionarios
de la Fundación, cuyo desfalco provocó un escándalo político en
Argentina.
El pedido lo recibió Oyarbide (considerado uno de los jueces
allegados a la policía federal y el favorito del Ejecutivo argentino), quien
tiene a su cargo la causa, aunque días pasados la Cámara Federal lo llamó al
orden por las demoras en las actuaciones y lo instó a ordenar la investigación.
Se prevé que la semana próxima comenzarán las indagatorias de los imputados y de
los testigos, después de más de seis meses de demora.
El pedido de
Bolivia echa así más leña a la
hoguera de las sospechas en la que se consumen los hermanos Schoklender y las
Bonafini, madre e hija.
La Unidad Financiera boliviana busca comprobar “la presunta
comisión de los delitos de corrupción, lavado de dinero” y desfalco, relacionados
con la construcción de viviendas populares en ese país.
La misma petición fue girado
a la Justicia de Ecuador, Venezuela, Uruguay, Chile, Perú, Colombia, Brasil y
Paraguay, aunque se presume que la Fundación, bajo la tutela de Schoklender y el
amparo político del gobierno argentino, sólo construyó casas en Uruguay y estuvo
a punto de hacerlo en Venezuela, aunque sin suerte.
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