“HAY PERO NO
TE TOCA; TE TOCA PERO NO HAY…”
(12-11-11-5:00PM)
Por Andrés
Pascual
El título del
material responde a la forma como el cubano desposeído y muerto de hambre, atado
durante 49 años a la libreta de racionamiento, explicaba el funcionamiento real
del documento “que asegura y controla la dicen que oferta garantizada para todos
bajo la tiranía”; sin embargo, ¿Quiénes son todos? Los que el mundo sabe: un 1 %
de verdaderos privilegiados y el 99 restante más pobre y desamparado que el
homeless que, ahora mismo, le pide un peso a cualquiera en el Goverment Center
de Miami; o que quienes descansan en una carpa de cualquier ciudad del mundo
como “ocupa anticapitalista”. Una sugerencia: deberían analizar bien el caso
cubano y, después, levantar pancartas.

Hace poco, “El
Califa”(Hussein bin Barack Obama, en la foto) dijo que en este país
“había que erradicar la desigualdad social”, algunos percibieron “un tufillo”
pro comunista (no socialista ni liberal ni izquierdista, que ese término estuvo
bien con los utópicos; hoy se usa para que el militante reaccionario encubra la
filosofía de Marx y Lenin, digan lo que digan). En realidad no fue una muestra
del mal olor ideológico que exuda Obama; sino la peste a chorros que bota cada
vez que abre la boca. Es “el vómito rojo”, la infectocontagiosa que tiene vía
libre desde la Casa Blanca como epidemia universal de mayor cuantía e
importancia.
Es increíble como
se parece a la Cuba de libreta de racionamiento cierta medida de beneficio “a
todos” en el circuito de la oferta y la demanda, por ejemplo, en estos días, una
tienda Target de Miami, sita en el Oeste de Hialeah, puso “en venta”, con
descuentos o regalos al cliente sobre el producto, unos aparaticos IPod; sin
embargo, no se podían comprar dos porque estaban normados bajo el estricto
“efectuar una entrega justa y equitativa”, que fue con lo que justificaban los
empleados la pregunta inconforme de ¿Por qué? ¿Influencia de la “Casi Blanca”
tienda del beduíno en Washington? ¿Quién sabe? Pero hay que tomar nota de todo,
que el tiempo es borrascoso y sin albergue.
No es que uno sea
egoísta, sino que en la sociedad de producción sin cuotas de mezquindad
gubernamental a propósito, las respuestas que le dieron a quienes averiguaban
por qué solo podían comprar un producto son, precisamente, del lado “ocupa” si
pueden lograr su objetivo; o las que se han podido escuchar en Cuba durante más
de 50 años con otra que, si surte efecto el obamismo aquí, pudiera oírse un día:
NO HAY, aunque se tenga el dinero para comprarlo.
¿Qué no puede
suceder en Estados Unidos? Que reelijan al “Califa” de nuevo y sigan con la
bobería que, cuando abran los ojos, ya no habrá ni donde amarrar una chiva, no
digo yo comprar un IPod en cualquier mostrador de las pocas tiendas que queden
entonces.
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