MALDAD MEDULAR [3]

viernes, 25 de noviembre de 2011

LA TRIBUNA DE TITO
(11-23-11-5:00PM)
NOTAS DE ARCHIVO
Por Tito Rodríguez Oltmans
MALDAD MEDULAR [3] 
Poco se ha hablado del papel primordial que jugó la mujer cubana en la lucha combativa de las décadas de los años sesenta y setenta. Su gran valentía , la heroicidad y el estoicismo quedaron demostrados ante las grandes dificultades que se presentaron durante ese periodo de lucha intensa combativa en contra del régimen tiránico que se había establecido en Cuba con la ayuda directa de la otrora URSS y sus países satélites de la Europa Oriental, sumándole la "tolerancia absoluta" de nuestro gran aliado (¿?) y de los supuestos países "hermanos" de La América Latina. Los relatos que leerán a continuación son copia fiel de las denuncias que constan en Los Archivos de La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de La Organización de Estados Americana (OEA).
Todos estos crímenes abusivos en contra de las mujeres cubanas que luchaban por La Libertad de su Patria fueron silenciados por la dolosa omisión de las denuncias internacionales que debieron de haber sido publicadas, y a su vez, haberse tomado las decisiones que fueran necesarias para parar estos crímenes de "lesa humanidad" que el Castro-Comunismo ha usado en contra del pueblo cubano, para poder tener el poder absoluto.
Esta Tribuna denuncia esta complicidad por parte de esta Comisión de Derechos Humanos, y le rinde un "TRIBUTO" bien merecido a todas las cubanas que lucharon en esa época, codo con codo con nosotros.
Su labor patriótica nunca podrá ser ni borrada, ni olvidada por el pueblo cubano.
CAPÍTULO IV
  SITUACIÓN DE LA MUJER EN EL PRESIDIO POLÍTICO DE CUBA
 
Respecto de la situación de la mujer en el presidio político de Cuba, la Comisión ha recibido amplia información, de la cual se advierte: 
          a)       Que a medida que el actual régimen cubano ha intensificado su sistema de represión política, un número mayor de mujeres ha sido objeto de arrestos y encarcelamientos; 
          b)       Que si bien no es posible conocer con exactitud el número de presas políticas que hay en Cuba, los datos aportados hacen parecer que asciende a varios miles; 
          c)       Que las cárceles para mujeres con mayor número de presas políticas son las siguientes: Guanajay, en la provincia de Pinar del Río; Guanabacoa y Mantilla, en la provincia de La Habana; San Severino, en la provincia de Matanzas, y Baracoa en la provincia de Oriente; 
          d)       Que la Comisión ha recibido declaraciones orales y testimonios por escrito de mujeres que han sufrido encarcelamiento en Cuba por razones políticas. Algunas de ellas han sido víctimas de maltrato físico; otras han sufrido vejaciones e insultos, así como amenazas contra ellas y sus familiares; otras han experimentado un trato extremadamente humillante, encaminado a destruir su resistencia moral y a degradar su dignidad de mujer; 
          e)       Que si bien en algunos casos el maltrato es explicable por el bajo nivel moral de los custodios, en otros parece responder a una táctica aplicada intencionalmente; 
          f)        Que el maltrato físico o el terror psicológico aplicado a las presas políticas no hace distinción alguna en cuanto a la edad, la salud, el estado civil o la condición pre-maternal de la mujer.  En muchas ocasiones se trata a las presas con el mismo rigor que a los hombres, y 
          g)       Que además del maltrato que reciben de sus custodios, existen otros factores que contribuyen a la humillación de las presas, como son las condiciones materiales de las cárceles donde aquéllas son recluidas, muchas veces tanto o más perjudiciales para su salud física y moral que los castigos o maltratos de los carceleros. 
          Maltrato de obra 
          A continuación se transcriben algunas de las denuncias presentadas, en las cuales se ponen de manifiesto diversos tipos de maltratos de obra. 
          1.       Una señora, que estuvo presa y después asilada en una embajada en La Habana, en denuncia formulada en escrito de fecha 19 de enero de 1963, [65] dijo: 
“Estuve presa en el campo de concentración de la Finca Acán. Entraban en la celda a cualquier hora del día o de la noche y empezaban a interrogar a los presos.  Si se negaban a hablar las entraban a patadas y culatazos.  A ninguno de los presos le dejaban recibir cartas ni visitas de sus familiares, los cuales eran vejados y maltratados por la milicia”. 
          2.       Otra señora que estuvo presa en la cárcel de Guanabacoa, en escrito fechado el 20 de enero de 1963, [66] hizo la siguiente denuncia: 
“Estando en la cárcel de Guanabacoa ocurrió un incidente que jamás podré olvidar: había muchas presas a quienes querían trasladar a la prisión de Guanajay.  Ellas se negaban porque sabían, por informes de las que habían estado allí, que las guardianas eran invertidas y abusaban de las presas que estaban bajo su custodia. El día de las madres concedieron visita a las presas y aprovechando esta circunstancia llamaron a las que querían trasladar para Guanajay y las engañaron diciéndoles que fueran a la sala a ver a sus familiares. Una vez allí las quisieron obligar a entrar en un ómnibus, pero ellas al darse cuenta se resistieron.  Entonces los policías y guardianes a golpes intentaron obligarlas a someterse.  Después de golpearlas espantosamente acabaron atontándolas con las mangueras de agua de la bomba de incendio, y agarrándolas por las manos y pies las tiraron a un carro de policía.  Según contó después uno de los policías, una de las presas dio con la cabeza contra la puerta del carro, y él le dijo que suponía que no llegaría con vida a Guanajay.  A las que no se llevaron en el carro, las dejaron mojadas toda la noche en el patio.” 
          3.       Una estudiante de Filosofía de la Universidad de La Habana y otra de Farmacia de la Universidad de Santo Tomás de Villanueva, denunciaron lo siguiente en escrito de fecha 19 de enero de 1963:[67] 
“Después de ser detenidas, con todos los miembros de la familia, el 20 de abril de 1960 y de ser interrogadas hasta altas horas de la noche, fuimos recluidas en una habitación en la que había no menos de 90 mujeres detenidas y en la cual, como es natural no se cabía prácticamente.  A los dos días nos trasladaron, en horas de la madrugada, a una casa aledaña, convertida en prisión donde nos encontramos que en la planta baja se hallaban hacinados más de doscientos hombres, con un solo baño, lo cual hacía imposible todo tipo de higiene.  Por otra parte, no había muebles de ninguna especie. Se dormía en el suelo, sin tener con qué taparse del frío. Allí permanecimos diez días, sin saber nada del mundo exterior, ni siquiera si nuestras familias conocían el lugar donde nos encontrábamos; y más tarde fuimos trasladadas para la cárcel de mujeres de Guanabacoa, donde estuvimos recluidas en celdas destinadas a presas comunes, en las cuales tampoco existía la higiene, y éramos custodiadas por carceleros que no cesaban de vejarnos, llegando inclusive a golpear a algunas de nuestras compañeras y hacerles proposiciones deshonestas a cambio de mejorar las condiciones de vida.” 
          4. La esposa de un ex-oficial del Ejército Rebelde de Fidel Castro, hizo la siguente denuncia en escrito de fecha 7 de octubre de 1962:[68] 
“Éramos como 125 mujeres, sin más ropa que la que teníamos puesta.  Dormíamos la mayoría en el suelo, habiendo solamente 12 camas literas dobles, en las que dormían 2 personas en cada cama, pues de lo contrario en el suelo no había espacio.  A la vez otras compañeras se sentaban en las camas y las otras dormían debajo de las literas y en el pasillo que iba al servicio.  Otras tenían que acurrucarse en el suelo o quedarse de pie.” 
          5.       Una señora que estuvo detenida en Cuba, y cuyas hermanas fueron condenadas a largas penas de privación de libertad, denunció en testimonio escrito de fecha 20 de enero de 1963, [69]  

“A mi hermana Margarita la trataron muy mal, la vejaron, la insultaron, la calumniaron, durante todos los interrogatorios que fueron de día y de noche, a tal extremo que no podía descansar tranquila, al igual que otras muchas presas, porque a cualquier hora de la noche las levantaban para interrogarlas.  Muchas veces, después de levantadas y tenerlas tres horas esperando, y bajo tensión nerviosa terrible, les decían que no habría interrogatorio.  Y así días tras días a fin de destrozar la moral y los nervios mejor templados del mundo. Mi pobre hermana no pudo soportar tanta tortura y está completamente enajenada.” 
          6.       Una abogada, que sufrió prisión en Cuba, dijo en escrito de fecha 20 de agosto de 1962: [70] 
“Se nos aplicó el chorro de agua de la manguera de los bomberos y con ensañamiento fue dirigido contra dos de las reclusas que se encontraban en estado de gestación.  Se nos amenazó con bayonetas caladas y no hubo muertos porque uno de los custodios, llamado C... de apellido, comprendiendo la situación, paralizó la orden de atacarnos con las bayonetas.  Las reclusas que resultaron heridas tuvimos que curarlas nosotras mismas.  Gracias a Dios, teníamos con nosotros guardando también prisión a la Dra. R.... y unas cuantas enfermeras graduadas.” 
          7.       La organización denominada “Alianza para la Liberación de Cuba”, en escrito de fecha 20 de agosto de 1962 [71] denunció que el 17 de julio de dicho año fueron trasladadas violentamente desde la cárcel de Guanajay a la de Baracoa, lugar aislado de la provincia de Oriente en Cuba, setenta y cinco presas políticas y una niñita de un mes de nacida, a quienes incomunicaron y sometieron a toda clase de torturas y malos tratos.  La mencionada organización acompañó con su denuncia, como anexo, un relato hecho por una de las presas trasladada, en el cual –que fue extraído de Cuba por cubanos que luchan en la clandestinidad—se detallan los nombres de las encarceladas y niñita referidas y se expone lo siguiente: 
“Al fin lograron introducirnos, después de ser salvajemente golpeadas, en camiones-jaulas herméticamente cerrados, y trasladarnos a la FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias).  Allí nos dividieron en dos grupos, ordenándonos que uno entrara en un avión ya preparado, y el otro fue conducido a un lugar conocido con el nombre de la “perrera”, sitio sucio, falto de higiene, con malos olores de excrementos, en el cual permanecimos tiradas en el suelo durante 24 horas, recibiendo toda clase de vejámenes de los custodios y de los que allí pasaban para mirarnos como bestias de un circo.”  
El grupo que subió al avión fue trasladado a Santiago de Cuba, y de allí, en camiones cerrados con lonas, custodiado con metralletas y bayonetas caladas, llevado a Baracoa.  De Santiago salieron a las 7 de la noche, terminando el viaje a las 8 de la mañana del día siguiente. La odisea de ese viaje es indescriptible: sin agua, ni comida y sufriendo toda clase de insultos y amenazas.  Dicho viaje lo hizo también la niñita de un mes de nacida, debido a que la señora María Argüelles, Directora del Penal de Guanajay, se negó a que fuera entregada a sus familiares antes de salir.  La niñita llamada Amadita Simón Fernández, es hija de la señora María Amalia Fernández del Cueto.  
El grupo que quedó encerrado en la “perrera” de la FAR, después de sufrir toda clase de ofensas durante 24 horas, fue también trasladado a Baracoa, haciendo el mismo recorrido que el anterior y soportando iguales atropellos y vejámenes.  Sólo nos sostiene la fe en Dios, el único que tenemos a nuestro lado, y al que hemos entregado nuestras vidas. Él nos protegerá, porque “el que todo lo pierde, le queda Dios”. 
          A continuación se copian fragmentos de algunas denuncias al respecto: 
          8.       La abogada a que se hizo referencia anteriormente en el inciso 6, también manifestó en su denuncia lo siguiente: 
“Los insultos de los custodios, sobre todo de un sargento llamado P... eran comunes, y si la insultada replicaba era “engalerada”, o se le suprimía el derecho a recibir correspondencia y visitas... Éramos despertadas continuamente de noche con gritos y vocabulario soez... Para poder comprender esta denuncia es necesario que se sepa de antemano que para las fuerzas represivas o carcelarias del régimen castrista las detenidas, retenidas o sancionadas no son mujeres sino animales.  El objetivo del tratamiento penal comunista de Cuba es: o aniquilar física y moralmente a la detenida o sancionada, o adoctrinarla al comunismo, para lo cual cualquier medio empleado es posible. “ 
Una señora que estuvo detenida en el lugar conocido por Topes de Collantes, hizo la siguiente denuncia en escrito de fecha 20 de enero de 1963: [72] 
“Fui vejada e insultada durante todo el trayecto, y entre otras muchas amenazas me dijeron que mirara bien el camino por donde me llevaban, pues no lo iba a ver más.  En el G-2 fui interrogada en varias ocasiones a distintas horas del día o de la noche. Me amenazaron con darme un tiro por no hacer trabajos “voluntarios”, y por no pertenecer a ningún cuerpo del gobierno comunista. “
          10.Una joven, que sufrió en Cuba prisión, en escrito fechado el 27 de agosto de 1962, [73] denunció lo siguiente: 
“El personal de la cárcel era todo de hombres y recibíamos mucho maltrato de palabra de ellos. “
          11.Las estudiantes mencionadas en el inciso 3 del epígrafe que antecede, denunciaron también los siguientes hechos: 
“Durante la madrugada llegaba un sargento del G-2 quien nos amenazaba constantemente diciéndonos que si la contrarevolución triunfaba nosotras seríamos fusiladas inmediatamente, sembrando el pánico entre las detenidas.  Entre nosotras había una señora en estado de gestación la cual perdió la criatura a causa del maltrato físico y mental a que fue sometida.” 
          12.     Una joven señora de 22 años, en escrito de 19 de enero de 1963,[74] hizo constar lo siguiente: 
“Había en la habitación donde estaba detenida una ventana por donde no se veían más que cabezas de milicianos, y todas nuestras prendas íntimas fueron exhibidas y mostradas, haciendo burlas y diciendo las groserías más obscenas; y todo ello delante de los tres jóvenes amigos nuestros.  Fue tal la vergüenza, que pedí permiso para salir al servicio.” 
72  Doc. No. 19 en los Archivos de la Comisión.