¡EL IMPONDERABLE!
miércoles, 12 de octubre de 2011
¡EL
IMPONDERABLE!
(10-12-11-11:10AM)
por Esteban Fernández
A veces sueno pesimista, y lo soy, pero solamente en los
eventos actuales y en las gestiones pacifistas. Soy un firme creyente en el
desenlace final que nos traerá la liberación de Cuba. El que no quiera creerlo
que no lo crea, pero yo sigo teniendo fe en el imponderable.
No tengo la menor idea de cómo, ni cuándo los acontecimientos
se sucederán. No tengo una fecha exacta, pero quiero pensar, y tengo la plena y
absoluta seguridad, de que nuestro País romperá sus cadenas gracias a los
patriotas de aquí y de allá. Al que tenga dudas al respecto, le aconsejaría que
tomara un curso intensivo de optimismo con un amigo mío llamado Horacio
Minguillón que siempre dice “CUBA SERÁ LIBRE, NUESTROS MÁRTIRES ASÍ LO ORDENAN”.
Para alcanzar tal empresa hay
que eliminar la desidia, no se puede admitir el pesimismo. ¡TENEMOS QUE ECHAR
EL RESTO! Todos tenemos que militar, que luchar, que organizarnos ¡Está bueno
ya de que nuestros viejos sigan muriendo en el exilio sin ver a
Cuba
libre!
El que no piense igual que nosotros que nos ignore. Pero los
demás que estemos de acuerdo, tenemos el deber y la obligación ineludible de luchar
con todos los hierros para que este próximo año sea él último de IGNOMINIA para
Cuba.
Cierto que hemos logrados muchos éxitos en el destierro pero no
acabamos de lograr el verdadero y único triunfo que los cubanos debemos obtener:
Y ese logro supremo es la liberación de nuestra Patria. ¡Y debe ser pronto, por
el amor de Dios, que ya son demasiados los muertos!
Como sea y de la forma que sea, pero tiene que ser con
valentía, sin miedo, sin transiciones, sin limitaciones, y sobre todo, con odio
contra los opresores. Nada de perdón, nada de términos medios. No puede quedar
en pie ni el más mínimo rastro de la Constitución Comunista, ni de los Comités
de Defensa, ni del
Ministerio del Interior. LIBERACIÓN TOTAL Y ABSOLUTA. NECESITAMOS Y EXIGIMOS
COMPLETA JUSTICIA.
El tirano está en las últimas. El hermano (dinosaurio #2) es
un ser sanguinario y sin arraigo popular. No es justo que se les pida ayuda y
que se jueguen la vida a los que dentro de
Cuba no aceptan la tiranía, si
nosotros no nos la jugamos junto con ellos.
Hay que hacerles entender a los americanos, a Obama, o al
siguiente presidente norteamericano que triunfe en noviembre
del 12, y al resto del Mundo que
nosotros tenemos que liberar a Cuba, que es nuestro deber. ¿Por qué ellos pueden
ir a liberar a Irak y nosotros no podemos liberar a Cuba? Si no nos quieren
ayudar, por lo menos que no nos pongan más obstáculos y nos dejen las manos
libres para actuar.
El pueblo de
Cuba es un pueblo valiente y
noble; siempre lo ha sido. Somos los valientes descendientes de José Martí, de
Antonio Maceo y de Ignacio Agramonte Todavía nos corre sangre mambisa por la
venas. Y el día menos pensado mis compatriotas enarbolan el machete vencedor y
gritan – ¡A DEGÜELLO!
No puede ser que los años de exilio, las comodidades de los
Estados Unidos, las decepciones, el terror castrista dentro de nuestra Patria,
las canas, los nietos, las obligaciones cotidianas, nos han amedrentado o han
logrado que la gran mayoría haya dejado de ser luchadores por nuestra libertad.
¡Yo creo en mi pueblo!
Y les pido, les ruego a todos mis hermanos cubanos en
California, en Miami, en New York, en Puerto Rico, en España, en Francia, en
todas partes, que hagamos el esfuerzo supremo. Pongámonos de acuerdo al
terminar este 2011 para comenzar el 2012 en pie de lucha contra los enemigos.
Escribo estas líneas entreveradas, acabado de cumplirse otro
aniversario del Grito de Yara y a mes y medio
del 27 de Noviembre, fecha
luctuosa en nuestra Tierra por conmemorarse 130 años más del Fusilamiento de
los Ocho Estudiantes de Medicina acusados injustamente por el gobierno español
de la Isla en 1871. Esa injusticia, que ha pasado a la historia
como una de las mas grandes ignominias de la España Colonial, se
ha quedado chiquita frente a los espantosos crimenes cometidos por la dictadura
de los hermanos Castro. Ellos son un par de criminales, desmadrados, que se
han adueñado de nuestra nación por más de 52 años. Y ¿nosotros qué? No podemos
esperar a que nos sepulten en tierras ajenas, en cementerios lejanos, sin darle
a nuestros hijos ni a nuestros nietos una tierra libre para que aunque sea
puedan ir cuando les dé la gana a verla, visitarla, o adorarla si así lo desean.
Es deber de todos, los que verdaderamente quieran la
libertad de nuestra Isla, seguir adelante, sin temor, ésta es una obligación
nuestra. De todos. Suya, mía, y de todos los hijos buenos de
Cuba.
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