EL DERECHO CIUDADANO DE PATEAR A LOS TIRANOS

miércoles, 26 de octubre de 2011

EL DERECHO CIUDADANO DE PATEAR A LOS TIRANOS
(10-25-11-5:10PM)
Por Héctor Julio Cedeño Negrín-Periodista Independiente
Dentro de la tristeza permanente, por el asesinato premeditado, de nuestra invencible Laura Pollá, recibí con alegría la defenestración del aborrecible tirano del pueblo libio, Muammar Al Kadafi. Sin lugar a dudas, otra rata de alcantarilla, porque en una de ellas se escondió y allí lo encontraron. Al parecer, eso de esconderse en las alcantarillas, está muy de moda, entre los tiranos actuales.  
Los crímenes de Kadafi, fueron múltiples contra su pueblo, pero inclusive, contra ciudadanos extranjeros, como el del atentado contra la nave aérea norteamericana, derribada en vuelo sobre la localidad de Lockerbie en Escocia, Gran Bretaña. Ordenado, planificado y dirigido, por el sátrapa libio y sus agentes terroristas internacionales. 
Como solidarios con Al Kadafi, los de siempre, el resto de los tiranos, dictadores y sus aprendices comunistas y claro está, toda su pueblada de esbirros. Nunca se preocuparon, no, por investigar los crímenes de Kadafi, pero ahora desean, averiguar sobre las circunstancias de su muerte, que si fue un asesinado después de ser capturado, que si lo patearon, antes de morir o después de estar muerto. 
Incluso funcionarios, de la ONU, han expresado su opinión. Porque no investigar, las pateaduras que propinaba Al Kadafi contra sus opositores, porque esas fueron las primarias y en orden de prioridad, estarían antes en las indagaciones. A fin de cuentas, el merecía, mucho más que eso.   
Yo soy liberal y estoy incluso, en contra de la pena de muerte, pero además soy católico y considero, que solo Díos, puede disponer de la vida de los seres humanos. Pero me revienta, la hipocresía de algunos. 
En Cuba estamos abocados a un escenario similar. Los tiranos de aquí, llevan más años pateando al pueblo cubano, que Al Kadafi al suyo. No tendría nuestro pueblo, el derecho de patear a sus tiranos. Si, ellos lo saben perfectamente y por eso pasan la vida, escondidos en sus cuevas-bunker y sus residencias cuarteles. Cuando se ven pasar por la ciudad, casi siempre es de madrugada y cruzan raudos, no te da tiempo a captar su imagen, porque marchan a velocidades increíbles, cercanas a la de la luz, inalcanzables. Tienen más miedo que dinero y son multimillonarios.  
Pero cualquier día, se les acaba la gasolina en medio de la ciudad y los atrapamos. Ese día será formidable, sin dudas, los agarraremos antes de que puedan esconderse, en las alcantarillas. Porque además, todas las alcantarillas están tupidas, llenas de tierra y abandonadas.  
Y quien dice, que no tendremos derecho a patearlos también, como patearon los libios a Kadafi. Quien nos puede quitar ese derecho.