OTRAS
VOCES:
EL CLUB DE ROMA: LA
ORGANIZACIÓN DE LA ÉLITE ENCARGADA DE LA DESPOBLACIÓN
(9-29-11-8:45AM)
Fundada con fondos de la Rockefeller Foundation (¿cuando
no?), esta organización tiene
como
objetivo ser el eje motor de la maquinaria de control
del miedo en lo referido a sobrepoblacion y cambio
climático como así
también designar los planes futuros acerca de la agenda ecológica del planeta.
“(…) Tal vez estos organismos, junto con el PNUMA y las
agencias de población de las Naciones Unidas, a la larga podrían desarrollarse
hacia un Régimen Planetario -una especie de superagencia internacional para
población, recursos y medio ambiente. Ese exhaustivo Régimen Planetario podría
controlar el desarrollo, administración, conservación y distribución de todos
los recursos naturales, renovables o no renovables, al menos en la medida que
existan implicaciones internacionales. Así, el régimen podría tener el poder de
controlar la contaminación no sólo en la atmósfera y los océanos, sino también
en los cuerpos de agua dulce
como lagos y ríos que cruzan
las fronteras internacionales o que se descargan en los océanos. El régimen
también podría obrar de agencia central para la regulación de todas las lógicas
del comercio internacional, incluida quizá la asistencia a Países Desarrollados
y Menos Desarrollados, así como de todos los alimentos en el mercado
internacional. El Régimen Planetario ha de otorgarse la responsabilidad de
determinar la población óptima para el mundo y / o cada región y realizar
arbitraje de acciones entre varios países dentro de sus límites regionales. El
control de tamaño de la población puede seguir siendo responsabilidad de cada
gobierno, pero el régimen debe tener cierto poder para hacer cumplir los límites
acordados.” John P. Holdren, Paul y Anne Ehrlich, Ecoscience, 1977.
Miembros del Club de Roma, en reunión de los
Bilderbergh: Mikhail Gorbachev, Ricardo Lagos, la Reina de Holanda
La Conferencia de Copenhague sobre Cambio Climático a
principios del mes próximo, tiene por objeto, según sus creadores, “llegar a un
nuevo acuerdo mundial que sustituya al Protocolo de Kyoto de 1997 para frenar
las emisiones de gases de efecto invernadero”. El cabecilla de la ONU, Ban Ki-Moon
señaló en un
discurso preparando el camino a
Copenhague, que “tarde o temprano existirá un mayor precio sobre el carbono –
que será impuesto por política o por las fuerzas
del mercado.” Todo esto solo se
escurre de las lenguas de estos transnacionalistas como si fueran silbando una
melodía mientras cuidan de su jardín. Si no existiese tal cosa como un hecho
histórico, podría sonar noble, urgente y necesario. Lamentablemente, sabemos
exactamente lo que motiva a los impulsores de este esfuerzo mundial: el lucro,
el control absoluto y -casi se me olvida- el despoblamiento de los habitantes de
este mundo. Este jardín es el que está cultivando la élite no es un lugar de
alegría. Apesta a malezas podridas y hojas muertas.
En este primero de varios artículos, trataremos de identificar
el modelo de la eugenesia de nuestros días y sus lazos íntimos con el movimiento
ambientalista. De hecho, cuanto más se investiga esta relación, forjada con la
sangre de millones en el último siglo, uno más se da cuenta de que la estafa
del calentamiento global antropogénico no está solamente
ligada a la eugenesia. Se trata de eugenesia.
En 1968, de las callejuelas
del repintado movimiento
eugenecista surgió un grupo de reflexión llamado Club de Roma. Criado desde su
concepción como un faro de luz por el que todos los navíos ecologistas debían
pasar, sus creadores sabían que el movimiento verde que se habían propuesto
crear, fue diseñado para culpar al hombre del supuesto predicamento en que se
encontraba la Tierra.
Como consecuencia, el número de personas debía reducirse
para evitar que la Tierra se desmoronara bajo su peso aplastante. La única cosa
que se podía hacer, argumentó el Club, era constituir un órgano global con un
conjunto de facultades para hacer cumplir los objetivos de despoblación
determinados por la elite global.
¿De que gente consiste esta élite global? Bueno solo busca en
Google “miembros del Club de Roma”, y compara los nombres de las listas de
miembros con los de la lista de asistentes a las conferencias anuales de
Bilderberg y descubrirás al mismo elenco de personajes, estableciendo las reglas
en el Nuevo Orden Mundial. Encontrarás a Al Gore, David Rockefeller, la Reina
Beatriz de Holanda y a todos los otros enemigos de la humanidad libre y sus
compinches.
En 1972, el mismo se describió “grupo de ciudadanos mundiales,
que comparten una preocupación común por el futuro de la humanidad”, publicado
su (in)fame “Los Límites del Crecimiento”. En este trabajo los autores sostienen
a quemarropa que la población debe disminuir si la Madre Tierra desea sobrevivir
mucho más tiempo: “El crecimiento abrumador de la población mundial”, los
autores afirman, “causado por la taza de natalidad positiva es un fenómeno
reciente, resultado de la exitosa reducción de la mortalidad humana en todo el
mundo. “Este desarrollo es muy preocupante”, dice el Club de Roma. Como posibles
soluciones a este “problema” se propone o bien una reducción de la tasa de
natalidad “para igualarla a la nueva y menor tasa de mortalidad”, o bien que “la
tasa de mortalidad deba aumentar nuevamente.” El siguiente ejemplo muestra que
estas declaraciones de la elite mundial no son en modo alguno, reflexiones
inocentes sin consecuencias.
Contrariamente a la creencia popular, el arquitecto original
de las políticas de China no fue ni Mao Zedong en un capricho embriagante
del poder, ni un sádico
partidario aficionado a la eugenesia de algún subnivel de cámaras de tortura.
Según la antropóloga Susan Greenhalgh, en su estudio “Just
One Child: Ciencia y Política en la China de Deng” la inspiración
para la tiránica movida del Partido Comunista de China se inspiró en primer
lugar y principalmente en el Club de Roma.
En los años setenta, un grupo de científicos chinos
asistieron a varias conferencias científicas en Europa, y rápidamente acogieron
las ideas distribuidas por el Club de Roma. A la cabeza de esta delegación china
estaba un hombre conocido por introducir la política de un solo hijo en
China, fuente de muchos de los
infortunios sufridos por el pueblo chino en las últimas décadas.
Greenhalgh, señala que la infame política “tenía raíces en la
exposiciones de científicos balísticos y en las ideas del Club Roma respecto a
población a través de conferencias internacionales en la década de 1970.”
Los ‘científicos balísticos’ que menciona Greenhalgh, son el
Dr. Song Jian y compañía, visitando varias conferencias en Europa en la década
de 1970 destinadas a promover la gloria y el prestigio de la República Popular
de China en el mundo. Se recogieron y desarrollaron varios de los métodos para
calcular las tasas de población de los modelos utilizados por el Club de Roma
para calcular sus estafas en creación.
El hecho de que el Club de Roma se encuentre en el seno de
las políticas de solo un hijo puede llegar como una sorpresa para aquellos que
han leído todos los papers de política emitidos desde los años setenta en
adelante. La idea malthusiana que empujó a nuestro actual movimiento ecologista
y su obsesión con la mitología
del calentamiento global
antropogénico se inspiró en las duras políticas de esterilización involuntaria
de las décadas anteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Con objeto de forzar un crecimiento en la tasa de mortalidad
uno necesita crear “una causa común, es decir, un enemigo común, para
organizarse y actuar juntos
como
una aspiradora; dicha motivación debe ser encontrada para que las naciones
divididas en conjunto hagan frente a un enemigo externo, ya sea real o inventado
para ese propósito.”
En la publicación de 1991 “La
Primera Revolución Global: Un Informe al Club de Roma“, de Alexander
King y Bertrand Schneider, el denominador común al que el mundo tendría volcarse
se identificó con toda claridad:
“En la búsqueda de un nuevo enemigo para unirlos, se nos
ocurrió la idea de que la contaminación, la amenaza
del calentamiento global, la
escasez de agua, el hambre y la escasez encajarían en el plan. Todos estos
peligros son causados por la intervención humana, y es sólo a través de un
cambio de actitud y de comportamiento que se pueden superar. El enemigo real, es
entonces, la propia humanidad.”
Este enemigo artificial y útil llegó en la forma
del calentamiento global
antropogénico. Y pensar que todos nosotros chismosos crédulos fuimos engañados
para creer que cualquier cambio climático es causado por esa gran lámpara en el
cielo, que no sólo determina las temperaturas de la Tierra entera, sino también
las temperaturas de todos los planetas del sistema solar.
Simplemente vamos a demostrar que la estafa se comete en una
escala sin precedentes, de la que pocos se atreven a cuestionar su validez. Toda
el asunto, por supuesto, se reduce al viejo proverbio: Cuanto más grande la
mentira, más fácil es venderla. Las Naciones Unidas, representante frontal
del globalismo, fueron
designadas para llevar el mensaje hacia todas las regiones del mundo y todos los
estados-nación que caen bajo su jurisdicción. La división de la ONU considerada
como la más capacitada para hacer el trabajo es la UNESCO,
el brazo científico que decide qué programas educativos se van a distribuir
entre las universidades y escuelas primarias
del mundo. El 15 de junio de
este año, Martin Lees, secretario general del Club de Roma, pronunció un
discurso ante los ingenieros sociales
de la UNESCO en el que admite que:
“Nosotros en el Club de Roma hemos tenido una larga relación
con la UNESCO. Esperamos con interés el desarrollo futuro de nuestra
colaboración para que podamos avanzar en la comprensión y la cooperación para
promover la acción sobre cuestiones globales críticas que determinarán el futuro
de todos nosotros en este difícil momento de la historia.”
Para entender lo que esta colaboración entre el Club de Roma
y de la UNESCO implica específicamente, el Sr. Lees nos ofrece la agenda para
antes y después de la conferencia de Copenhague del próximo mes.
Para que sepas qué esperar de
los ingenieros sociales el año que viene:
“En octubre de 2009, nos enfocaremos a nuestra Asamblea
General Anual celebrada en
Amsterdam
sobre “Medio Ambiente, Energía y la recuperación económica” centradas en las
cuestiones clave para la Conferencia de Copenhague sobre Clima. En febrero de
2010 vamos a hacer frente a Grupo Tres, sobre el Desarrollo Internacional. En
abril de 2010 nos centraremos en el Grupo Cuatro, Transformación Social y en
julio de 2010, Paz y Seguridad. El programa concluirá con un gran evento en
noviembre de 2010.”
La agenda refleja que la conferencia de Copenhague no es un
hecho aislado. Es sólo una pieza
del conjunto de la arquitectura
global que está construyendo la élite y que consiste en los medios para
consolidar su poder en el Siglo XXI. Sin embargo, como señala el Secretario
General del Club de Roma:
“Las cuestiones de gobernanza internacional y de la
arquitectura institucional serán decisivas, en particular, en la aplicación
efectiva de un Tratado Post-Kioto.
Para abordar los factores subyacentes
del cambio climático, los
mecanismos institucionales deben ser introducidas o adaptados para implementar y
coordinar las nuevas políticas en áreas clave de tensión, tales como: finanzas,
ciencia y tecnología, desarrollo de recursos humanos, la información y
comunicaciones y la creación de competencias. Y la cuestión de la “justicia
climática” será fundamental para lograr un acuerdo y la aceptación de un tratado.”
Independientemente de los
intereses creados de estos actores mundiales en una arquitectura de este tipo,
todos bailan al ritmo de la eugenesia, sean conscientes de ello o no. Pueden
seguir con su carrera o con cualquier placer sádico en la usurpación de la
inocencia, pero cualquiera sea su motivación, han declarado abiertamente que se
encuentran en la parte opuesta de la humanidad. (Mundo Fleko: Comunidad de
información alternativa)
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