CONCLUIDA LA PRIMERA PARTE: MATARON A LAURA POLLÁN

lunes, 17 de octubre de 2011

CONCLUIDA LA PRIMERA PARTE: MATARON A LAURA POLLÁN
 (10-16-11-5:00PM)
Por Andrés Pascual 
El “tratamiento búlgaro” es una forma de asesinar de los comunistas para que el crimen quede como “murió de cáncer”, dicen que le colocan al “enemigo sentenciado” o a la persona que crean, siempre por molestias en el orden político, un isótopo radioactivo cerca de donde se sienta, que hará que degenere su sistema inmunológico y le convierta en presa fácil de tumores malignos o de leucemia.
Pero no es solo el tratamiento búlgaro el arma del “hitman” castrista para quitarse de encima a quienes, como mujeres y menores, por circunstancias especiales, no puede fusilarlos con la justificación ilegal y asesina de “juicios por actividades contra la Seguridad del Estado”: enfermedades tropicales a través de bacterias, hongos agresivos contra el aparato respiratorio…es una larga historia de 52 años de la tiranía utilizando estos Acaban de asesinar en La Habana a Laura Pollán en el Calixto García, junto con La Covadonga, los laboratorios principales para experimentar y matar a la oposición política desde mucho antes que a la líder de las Damas de Blanco.

El matancero (de Calimete), Gabriel Soto Cuesta, tenía 77 años cuando acusó a la dictadura de “violar y pisotear el logro de Jesús Menéndez en el sector azucarero” desde los 40’s hasta 1959: el diferencial, dinero que se repartía entre todos los trabajadores del azúcar luego de concluida la zafra y que se instituyó como propiedad obrera. El diferencial era tan importante que, junto a la cantidad y al precio del azúcar, movía el beneficio social en el país e influía en los salarios del empleado público.
Sospechosamente, Soto desarrolló cáncer del esófago después de una visita a Villa Maristas para conversar con “su oficial de caso”; hacía 2 años que estaba preso y, lo que buscaban, era relacionarlo con un grupo contra el que no había acusaciones consistentes ni el anciano conocía. Soto murió de ese cáncer y nunca fue puesto en libertad porque estuviera enfermo.
Cuando en Santiago de Cuba alguien acusó, 24 años después de estar preso, al miembro de la Causa # 1 de 1959 de militares de la República, José Leroig, no era política fusilarlos, sino incrementarle la sanción “profilácticamente”; es decir, un alguacil le entrega la nueva sanción sobre la que tuviera, maniobra muy común contra el plantado y la peligrosidad de entre 2-12 años porque “no trabajaban”.
Pero al ex militar, relacionado con el grupo de Rolando Masferrer antes de 1959, lo llevaron a Villa Marista, de donde regresó con una sospechosa y pertinaz tos que culminó en cáncer pulmonar a los 15 días de supuestas pruebas en La Covadonga.
Los hermanos Cardo, Daniel, Carlos y Jorge son excelentes personas: decentes, caballerosos, patriotas y valientes, conspiraron en un grupo del sur de La Habana y fueron sancionados, cada uno, a 30 años, nunca pertenecieron al plan de reeducación; la estirpe, del padre, que fue fusilado en 1963. Por un catarro ingresaron a Carlos y por una bacteria que le inocularon desarrolló un agresivo virus pulmonar que casi le mata y perdió un lóbulo.
En 1982 ú 83 a Guido Faramiñán, de Matanzas, miembro del Presidio Político Plantado proceso Calzoncillos, con 22 años cumplidos, que padecía de asma cardíaca, le fue demorada la atención urgente del enfermo en crisis respiratoria aguda para que se muriera; a fin de cuentas, un valiente menos. Guido falleció por paro cardíaco complicado con un fallo respiratorio.
Estos son tres casos, pero igual puedo nombrar 33 que 333 que 33,000; lo peor: la tiranía no ha dejado de matar y el asesinato de Laura Pollán lo ratifica.
Posiblemente Hilaria, Hussein, media Europa y Estados Unidos necesiten pruebas, solo para “denunciar” un crimen que requiere cirugía radical con la conocida “motica de mercuro cromo”, o lo que es igual a: “hoy se hinchó y duele, mañana se baja y a otra cosa…”; posiblemente vendrán “duras palabras” para el Nuevo Herald de parte de estos individuos que, como que se quedarán en eso, pues resultarán blandas o de contubernio y protección a los criminales y esto no lo dirá la sucursal del Granma en la Bahía.

Yo no necesito pruebas; mis hermanos del presidio político no necesitan pruebas; los luchadores contra la ignominia y el crimen castrista no necesitan pruebas; el exilio tampoco necesita pruebas: A LAURA POLLÁN  LA ASESINARON, primer paso para ejemplarizar lo que le puede pasarle a quien persista en sus ideas de libertad. Continuación de lo que puede hacer un cobarde contra una valiente cuando se ve acorralado. Que descanse en paz semejante luchadora.