EL SINDROME DEL PODER ADQUIRIDO
miércoles, 28 de septiembre de 2011
EL SINDROME DEL PODER ADQUIRIDO
(9-26-11-5:05PM)
Por
Luís Alberto Ramírez. Katungo.
El síndrome del
poder adquirido es el comportamiento que se adquiere una vez se llega al poder
por vías rebeldes. Todo revolucionario y/o socialista compulsivo que llega al
poder de manera tumultuosa, acaba convirtiéndose inexorablemente en aquello por
lo cual luchó y odió toda su vida.
Para luchar en
contra del poder hay que acumular poder, porque no se puede derrotar las fuerzas
poderosas si no es con una fuerza aun más poderosa, ya sea militar o moral.
El síndrome del
poder adquirido se hizo patente en Cuba desde el mismo inicio del triunfo
revolucionario. Una cosa eran las fuerzas rebeldes en su lucha para alcanzar las
fauces del poder, y de una forma muy distinta se comportaron una vez tuvieron en
sus manos aquello que tanto odiaron y en contra de lo cual lucharon.
El poder
aparentemente es una enfermedad que ataca la memoria histórica, es una especie
de fiebre mental que borra todo recuerdo altruista, compasivo y humano de la
mente de los hombres. Es como una bacteria que hace que el poderoso olvide por
completo las razones que lo llevaron al poder. Cuando le preguntaron a Emiliano
Zapata y al General Villa si de alguna manera pretendían obtener la presidencia
de México, lo dos dijeron que no, y cuando le preguntaron el por qué,
respondieron “Porque no queremos convertirnos en aquello en contra de lo cual
hemos luchado toda la vida”.
Existen dos únicas
maneras de llegar al poder y no contagiarse con el síndrome del poder adquirido.
Una es teniendo un corazón del tamaño de Villa y Zapata, y la otra es por medio
de una democracia sólida como la de Estados Unidos.
No existe un solo
caudillo o social político en la historia de la humanidad que a la hora de
llegar al poder, no se haya convertido en aquello en contra de lo que tanto
lucharon. La ambición, el egoísmo, el egocentrismo, el odio, la corrupción, el
nepotismo y el narcisismo se hacen presentes de manera espontánea, como si una
fiebre repentina los atacara y cambiara su razonamiento y comportamiento de
repente.
Sin embargo,
cuando el Síndrome de Poder Adquirido hace metástasis, puede convertirse en una
epidemia política que alcanza a contaminar a la mayoría de los políticos de su
entorno y puede llegar a ser pandémica.
La fiebre de la
legitimidad compartida es aquel comportamiento de avestruz que adquieren todos
los políticos del mundo al no querer ver el actuar abusivo y antihumano de los
contaminados con el Síndrome de Poder Adquirido, de manera que es muy difícil
siquiera diagnosticar la enfermedad.
Los pueblos, que
son los que en verdad sufren las consecuencias de tal síndrome, se sienten
defraudados, impotentes, aislados y ultimadamente abandonados a su mala suerte.
El gobierno cubano
posee desde hace mucho tiempo este síndrome, sin embargo, aparentemente con el
transcurso de los años, ha dejado de ser una enfermedad de las revueltas
sociales y revoluciones para convertirse en una epidemia que se ha regado por
todo el sur continente americano, y quien no posee aun el síndrome del poder
adquirido, se contaminó con la fiebre de legitimidad compartida. Fiebre (dicho
sea de paso) que ha cruzado el océano y ha contaminado a Europa y el viejo
mundo.
Muchos gobernantes
han adquirido el síndrome del poder adquirido, que a fuerza de longevidad en
Cuba, ha mutado de manera que hasta en democrática se adquiere. Enfermos en sur
y centro América con el Síndrome tenemos a Daniel Ortega de Nicaragua, Rafael
Correa de Ecuador, Evo Morales, Bolivia y Hugo Chávez de Venezuela en fase
terminar, pero aun ahí; los demás, en su gran mayoría están infestados con la
fiebre de legitimidad compartida.
Lo bueno de este
síndrome es que, aunque se hereda y es altamente nocivo, puede ser erradicado
con una delicada cirugía social que tenga en cuenta (después de la intervención
quirúrgica) que sólo se es inmune al síndrome del poder adquirido, en una
sociedad donde el poder sea administrado por instituciones y no por caudillos
y/o políticos sociales, por muy socialistas que digan ser.
Publicado por en 1:09
Etiquetas: actualidad del mundo, Luis Alberto Ramírez “Katungo”, Sindrome del poder adquirido
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