LA REPROCHABLE CONDUCTA DE ROGELIO ZAPATA TAMAYO

EN EL CAMINO DE HATUEY

LA VERDAD, AUNQUE NOS QUEMEN EN LA HOGUERA

LA REPROCHABLE CONDUCTA DE ROGELIO ZAPATA TAMAYO

 (7-21-11-5:00PM)

Por Aldo Rosado-Tuero

Este diario digital nació con la misión de decir la verdad sin cortapisas, ni compromisos. Mi compromiso es solo con la causa a la que he dedicado gran parte de mi vida, con el exilio combatiente que ahora tratan de destruir y, sobre todo, con mi conciencia. No me mueve ningún otro interés, ni me coarta nadie, sea quien sea y llámase como se llame, ni responda a quien responda. Porque creo firmemente con José de la Luz y Caballero que “solo la verdad nos pondrá la toga viril”.

En el exilio abundan buenos cubanos, que son anticastristas convencidos, pero que no han logrado sacudirse del síndrome sembrado por la tiranía en tantas mentes, y quieren combatir a esa tiranía usando sus mismos métodos, aceptando—muchos de ellos, inconcientemente—que el fin justifica los medios. Estos aconsejan callar ciertas verdades “porque no conviene que se sepan”, imitando la misma conducta que se ha hecho ley bajo el castrato en Cuba.

Y yo me niego a seguir esa línea de pensamiento. Si este diario nació para decir la verdad y dar las noticias concernientes a “la problemática cubana”, lo tiene que hacer con honradez y sentar las pautas para que el cubano se acostumbre a una prensa libre de verdad. Y hay que publicar lo malo y lo bueno de nuestro lado, para tener autoridad moral para combatir—como lo hacemos—las barbaridades del enemigo. Si callamos los errores,  los disparates y las cosas malas de este lado, ¿cómo vamos a convencer a los lectores neutrales y de otras etnias y países que que lo publicamos del castrato y sus cómplices es verdad?

Aquí hay muchos que en lugar de combatir al que la caga, atacan al que denuncia la cagazón; que conviven tranquilamente con el robo y la mentira y se molestan con el que desenmascara a los ladrones y los mentirosos. Pero en Nuevo Acción, y sobre todo quien esto escribe, no tiene miedo a que lo quemen en la hoguera por decir las verdades, que si no las denunciamos ahora, serán utilizadas después por el taimado y astuto enemigo. Por eso es que hay que quitar caretas y “poner el parche antes de que salga el nacío”, y develar las verdades para que después no se pueda culpar al exilio combatiente y militante.

Este un poco largo preámbulo ha sido necesario pues voy a escribir sobre un tema escabroso que a muchas personas de buenos sentimientos, no les va a gustar nada. Pero la labor de un periodista honesto y de alguien que de alguna manera tenga cierta influencia orientadora sobre sus lectores y sobre todo, que sea militante en una lucha como la que llevamos los cubanos que nos opusimos a la tiranía castrista desde el principio, es decir la verdad de cualquier situación que tenga que ver y sobre todo QUE PERJUDIQUE A LA CAUSA POR LA QUE LUCHA.

Y la verdad de Rogelio Zapata Tamayo,(foto encima de estos renglones) el hijo mayor de Reina Loida, es que es una bomba de tiempo en contra del exilio que está a punto de explotar en detrimento del anticastrismo y hay que poner desde ahora los puntos sobre las ies para que después el enemigo no pueda usar los hechos para su beneficio.

Rogelio Zapata, jamás fue opositor, ni activista, ni disidente en Cuba, ni estuvo ligado a la lucha de su hermano muerto. Y de esto tengo testigos, que conocieron muy de cerca de Orlando y lucharon junto a él.

Aquí desde que llegó Rogelio se ha dedicado a emborracharse y no a buscar trabajo. Usa los cupones de alimentos que les facilitan para la manutención de su esposa y su hijastro para cambiarlos por bebidas en los mercaditos que pululan en Miami  que hacen esto. Ha sido tal su conducta que su esposa se ha separado de él y se ha mudado a un humilde—y más barato—apartamento en la Pequeña Habana, donde se trasladó ayer junto con su joven hijo.

Rogelio—sabe Dios, aconsejado por quién—se negó a irse del apartamento de 2 cuartos que el Comité de Rescate Internacional, les canjeó ya, por dos apartamentos de $ 600.00 de alquiler mensual, cada uno, situados en la Pequeña Habana. Todo parece indicar que quiere esperar que lo desalojen judicialmente para provocar un escándalo que daría la oportunidad a los castristas de hablar de la maldad del sistema capitalista que hecha a la calle con el Sheriff a un pobre negro refugiado.

En la mañana y tarde de ayer, mientras unos exiliados ayudaban a su esposa y a su hijastro a mudarse, él estaba, en compañía de otros dos desconocidos totalmente ebrio bebiendo cervezas dentro del apartamento, y el refrigerador que mostró a Olance Noguerras, vacío y sin alimentos, ahora contenía varios six packs de cerveza.

Testigos serios, colaboradores de Nuevo Acción que estaban allí, nos relataron como también durante la mudada de la esposa y el hijastro de Rogelio, llegó otro hermano de Rogelio, que lejos de ayudar a los cubanos que habían acudido con sus camiones pequeños (pick ups) para mudarlos, se sentó también con su hermano a beber cerveza con los otros dos acompañantes de Rogelio. Y más tarde llegó una tercera persona que resultó ser el medio hermano de Rogelio y del mártir Orlando Zapata Tamayo, quien vivía en la Provincia de Holguín y que tampoco jamás tuvo ningún antecedente de anticastrista, sino, todo lo contrario.

La esposa y el hijastro de Rogelio se han mudado porque no soportan la conducta de éste quien ha llegado a agredir a la esposa físicamente; y sí, tienen ayuda que agradecen infinitamente.

No se hacen estas revelaciones como chismes baratos, sino como un aviso al exilio genuino de la debacle que se nos viene encima, sino no nos movemos y ponemos las cosas en su justa dimensión, para que se sepa, que lo que ocurra no es culpa del exilio que hizo todo lo posible por ayudarlos, sino que es la conducta del “hombre nuevo” del castrismo la que precipita los desagradables acontecimientos que ya están ocurriendo.

Ahora, destrócenme, quémenme en la hoguera, que yo cumplí con alertar al exilio y sobre todo con decir la verdad para que se pueda desmontar todo el andamiaje propagandístico que ya preparan los quintacolumnistas y la prensa castrista de Cuba y la pro castrista de aquí.