Deprimente y ridículo el espectáculo de aquel tirano, “con el entusiasmo del primer día”, orientando al “pueblo combatiente y decidido” cómo se cocinaba arroz en las “ollitas” que, “tan preocupadamente, repartió por su pueblo”, también asesoró, por aquella época, acerca del chocolate…LA HISTORIA DEL CAFÉ O UN PUEBLO QUE LO AGUANTA TODO
martes, 14 de junio de 2011
LA HISTORIA DEL CAFÉ O UN PUEBLO QUE LO AGUANTA TODO
(6-13-11-5:15PM)
Por Andrés Pascual
Deprimente y ridículo el espectáculo de aquel tirano, “con el entusiasmo del primer día”, orientando al “pueblo combatiente y decidido” cómo se cocinaba arroz en las “ollitas” que, “tan preocupadamente, repartió por su pueblo”, también asesoró, por aquella época, acerca del chocolate… Al principio, lo recuerdo como si fuera hoy, comenzó una campaña para eliminar la influencia que ejercía en Cuba el mercado estadounidense en la personalidad cubana con l slogan “Consuma productos cubanos”, la política trascendió al turismo: “Conozca a Cuba primero”, verso de una canción que entonaba el miliciano y chivato Ramón Veloz, enfundado en su glorioso uniforme de miliciano que apenas se quitaba. ¡Qué tiempos aquellos! Los verdaderos de “ñañá seré”, porque, como que se están yendo de las manos lo que significa 52 años.
La libreta de racionamiento la impuso en 1962; pero el café y la carne los redujo al mínimo por lo del ciclón Flora en 1963 y jamás regresaron al sistema “por la libre”, tampoco el arroz ni la grasa ni el azúcar…pero tuvieron modificaciones cada 4 ó 5 años, en que los rebajaban más.
Al cigarro y a los tabacos les sucedió lo mismo y los degradó en calidad y les elevó al 80 % el precio; alguien me dijo en alguna ocasión que utilizaban la “aroma” para mezclarlo con la picadura, no lo dudé entonces, menos hoy.
En 1972 le exigió a un pueblo tan revolucionario que no necesitaba la actitud con que se la pidió, que cedieran dos libras de azúcar para endulzarle la existencia a Salvador Allende, a la que el propio candidato a dictador por la Unidad Popular estaba contribuyendo a amargársela. Hubo que firmar una lista: los que la “donaron” y los que no lo aceptamos. Una vez asesinado el médico-títere por orden de Castro, parece que le dejó el producto a la Junta Militar, porque no viró el dulce a su renglón de origen en la miserable cuota racionada.
En otro momento cambió dos libras de arroz por una de harina, sin embargo, cada mes, el producto del maíz degradaba tanto (melcocha con gusanos), que la gente no la compraba; entonces informó a través de un “comunicado” emitido por lo que llamaban “red de abastecimientos”, en el mismísimo Granma que, porque no se adquiría, sería retirada de la libreta; pero no repuso el arroz…
Son cincuenta y dos años de “aguante al pie del cañón”, porque resulta que, en estos momentos y a caja destemplada, le dice a la gente que el café casi desapareció y el chícharo constituye, posiblemente, el 95 % de una mezcla que sirve como sustituto pleno.
Las quejas airadas de la población comprometida con Fidel, con Raúl y con su Revolución también comenzaron a través de buzones del lector, incluso de programas de radio: haciendo uso del valor con que enfrentaron a Savimbi en Angola, incluso a la gloriosa 2506 en las arenas de Bahía de Cochinos, el pueblo que se dispuso a morir para dejar vivir de su propia sangre al hato de ladrones y criminales más grande de la historia de América, inunda los espacios de quejas y respuestas de la tiranía con gritos de “no me cuela bien y estoy preocupado por la cafetera” o, el otro, más vibrante por enérgico, “sabe muy amargo…” La caballería mambisa de nueva edición dispuesta a su novísima carga al machete.
Ante semejante rebelión, los compañeros del partido elaboraron un manual para que se aprenda a colar el chícharo como es debido. Nadie ha vuelto a protestar por la conformidad ante el gesto tan didáctico como patriótico…
¡QUÉ SE FUÑAN! una y mil veces…parece que 52 años todavía es poco, a pesar de lo que diga quien sea.














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