OTRAS VOCES: DIECINUEVE RESPUESTAS A ÁLVARO VARGAS LLOSA

sábado, 21 de mayo de 2011

OTRAS VOCES:
DIECINUEVE RESPUESTAS A ÁLVARO VARGAS LLOSA
(5-20-11-5:00PM)
Por Beltrán Gómez Híjar (En la página del IPL-Perú (Instituto Político para la Libertad)
La democracia, como mecanismo para elegir al gobernante de turno, es lo único que funciona en el Perú; la democracia, como sistema que protege las libertades y derechos humanos fundamentales, es algo que nunca se ha establecido en los países latinoamericanos como el nuestro. Lo peor, siempre la democracia ha caído en nuestros países no por la fuerza de sus enemigos, sino por la debilidad y ceguedad de sus defensores.
El primer día del mes de mayo, fue publicado en el diario “La República” de Perú, un artículo firmado por Álvaro Vargas Llosa (foto), uno de los peruanos que, en los últimos años, ha publicado textos para explicar las razones de nuestra pobreza, proponiendo soluciones para salir de ella a la luz de las ideas liberales. En dicho artículo, desarrolla diecinueve razones para votar por Ollanta Humala. He coincido muchas veces con sus ideas, pero con este artículo discrepo. Así, utilizando la libertad que nuestra débil democracia aún puede garantizarnos, respondo a Álvaro Vargas Llosa, con el deseo que los peruanos podamos seguir gozando de nuestras libertades más allá del próximo 28 de julio.
Empieza Álvaro Vargas Llosa diciendo que con los Fujimori resucitará la república bananera. Respondo ¿y con Ollanta no? ¿Acaso no recibe el apoyo y los aplausos de los Castro, Chávez, Morales, Noriega, gobernantes que no han hecho otra cosa que convertir a sus países en verdaderas repúblicas bananeras? ¿Y acaso esos vivas no son recíprocas?
En su segundo punto, menciona que “el crecimiento anual de la década democrática fue tres veces superior al de los 90”. ¿Acaso no fue Humala quien, apoyando el intento de golpe de Estado que dio su hermano Antauro, quiso derribarse esa democracia con avances económicos?
Tercer punto: “Con los Fujimori se cancelará la posibilidad de que los pobres recuperen la dignidad”. ¿Y no es el populismo más exacerbado de Humala lo que llevará a los pobres peruanos a vivir de las migajas que el Estado les dará, para que y cuando, “se porten bien”? ¿No es eso el golpe más fuerte contra la dignidad de toda persona?
Cuarto: “Con los Fujimori, se instalará el terror en las empresas, salas de redacción y tribunales”. ¿Como en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, países donde gobiernan los amigos y financistas de Ollanta?
En el siguiente punto, menciona que con los Fujimori se perseguirá a un magistrado peruano. Conversemos con los jueces independientes perseguidos y encarcelados (como la jueza venezolana María Lourdes Afiuni, por quien Chávez ha pedido treinta años de cárcel) en los países bananeros de los amigos de Humala, donde la política al entrar por la puerta grande de los tribunales, ha hecho que la justicia se escape por la ventana.
Luego continúa, refiriéndose a los que apoyan a Keiko Fujimori (y no soy uno de ellos, pues no he participado en campaña política alguna): “Para –ellos- fue pensada la frase de Borges `Se había adiestrado en el hábito de simular que era alguien para que no se descubriera su condición de nadie`”. ¿Acaso no calza esto con el candidato Humala? ¿No es Ollanta el ejemplo máximo de un Jano revivido, con sus dos caras, aunque despojado de toda divinidad? ¿No son sus tres planes de gobierno, contradictorios uno de otros, el ejemplo mayor de “camaleonismo” político?
En el séptimo punto: “El candidato a primer vicepresidente de los Fujimori es un golpista. El candidato a segundo vicepresidente es casi fascista”. Ollanta es los dos en una sola persona. ¿No intentó dar un golpe contra el sistema establecido en dos oportunidades? No olvidemos también sus expresiones fascistas, discursos empapados de racismo y afanes bélico-revanchistas. Pues debajo del polo blanco, Humala lleva uno rojo y, debajo de este, una camisa negra.
El octavo punto dice, refiriéndose a Alberto Fujimori: “En los países donde las cosas están en su sitio, la cárcel no la gobierna el presidiario”. Tampoco están libres los golpistas y violadores de derechos humanos apodados “Capitán Carlos”.
La novena razón: “Con Ollanta, hay mayor garantía democrática”. Aquí disiento totalmente con Álvaro Vargas Llosa. Luego continúa: “Si él –Humala- comete un exceso, la derecha le saltará al cuello”. El problema está en que ya no sabemos quién es de derecha en el Perú y, peor aún, si realmente existe esta posición ideológica articulada en nuestro país.
El décimo punto: “Con Ollanta, el “modelo” podría adquirir más legitimidad social…El desarrollo no es posible sin una izquierda liberal”. ¿El modelo del socialismo del siglo XXI? ¿Tiene Ollanta, un fascista-comunista, algo de liberal? No lo creo, pues alguien que no tuvo la valentía de pronunciarse en su momento contra un genocida mayor como Gadafi, es alguien que no solo no es liberal, sino también una persona que no tiene ni una pizca de humanidad.
Punto número once: “Con Ollanta –y suponiendo su modernización definitiva– cerraremos el paso a futuros caudillos populistas”. Acá coincido con ÁVLl, si suponemos que Ollanta Humala no permitirá competencia de otros caudillos populistas futuros.
En el doceavo punto: “Las peores derrotas de Hugo Chávez no se las ha infligido la derecha sino la izquierda”. Y a nuestra democracia se las han infligido sus supuestos defensores a lo largo de nuestra historia. Luego continúa: “¿Por qué regalarle en bandeja a Ollanta –refiriéndose al presidente venezolano- ahora que lo ha negado –a Chávez?” No es un premio deseable. Para nuestra democracia, es mejor que el candidato Humala viva en Venezuela, junto al gobernante al cual nunca se ha atrevido a categorizarlo como autoritario / dictador.
Punto trece: “Para ciertas reformas difíciles, la izquierda puede ser más audaz que la derecha”. Creo que la audacia –y osadía- es enorme en los dos lados del espectro político. Solo recordemos cómo tantos técnicos supuestamente demócratas y liberales han saltado de un partido político a otro, cuyas propuestas son diametralmente opuestas.
Vamos por el catorce: “En tiempos de la resistencia democrática, me tocó recibir a Ollanta en el hotel que hacía de cuartel general…El Perú se dividía entre quienes luchábamos en desventaja por la libertad y quienes la habían apuñalado por la espalda”. Ollanta apuñaló la democracia luego de ese episodio, en el “Andahuaylazo”. Felizmente, su golpe no fue certero.
Transcribo el punto quince completamente: “Al próximo Presidente le tocará lidiar con el fallo de La Haya sobre el diferendo marítimo con Chile. Si por alguna razón el fallo resultase desfavorable al Perú, es preferible un Ollanta constreñido por las responsabilidades de Estado”. ¿Se puede esperar una actitud pasiva y pacífica del más belicista y anti chileno del Perú? Será el más grande deseo de Ollanta que suceda un fallo contra el Perú, pues será la excusa perfecta para iniciar una campaña anti chilena que le permitirá legitimar un cambio de constitución y su perpetuación en el poder. ¿Y qué hará con su asesor chileno?
El siguiente: “Es mucho más saludable tener a Alan García haciéndole oposición a Ollanta que entendiéndose con un gobierno de Fujimori para cobrar por los servicios prestados”. Mucho mejor es este momento de incertidumbre, pues nos ha permitido saber quién es quién entre nuestros políticos, técnicos e intelectuales. Adolfo Hitler también tuvo el apoyo de estos al llegar al poder. Afortunadamente no somos pocos los que no permitiremos que el fascista-comunista-admirador de genocidas llegue al poder.
Punto diecisiete, completo: “Perú Posible, a pesar de las contorsiones de estos días, dará a Ollanta la mayoría necesaria para gobernar. Esa será una de las mejores garantías de que se ciña a los límites constitucionales”. ¿Un partido político en crisis, que no puede garantizar siquiera su continuidad, podrá ser garantía de que un fascista-comunista-admirador de genocidas se ciña a las normas y principios de la democracia? No lo creemos.
Punto dieciocho: “Ha surgido una oportunidad de convertir la emergencia de la amenaza fascista en la oportunidad de un entendimiento entre la izquierda y sectores liberales”. ¿Puede un fascista como Humala luchar contra sí mismo? ¿Realmente Ollanta es un hombre de izquierda democrática? ¿Acaso no hay diferencias entre un socialdemócrata y un comunista-fascista? ¿No hay mayor contradicción en ser al mismo tiempo comunista y fascista? ¿Y qué sector liberal será parte de este entendimiento? Lo único interesante de un posible matrimonio con el Robespierre reencarnado sería ver quiénes asistirían a tan nefasto acontecimiento.
Último punto: “Ollanta es la posibilidad que queda de enderezar la democracia que los demócratas torcieron en estos 10 años. Son responsables de ello los empresarios que reciclaron a periodistas enfeudados a la mafia…” El diario donde ha sido publicado el artículo tratado aquí cuenta, entre algunos de sus periodistas, con ex colaboradores de la dictadura del general Velazco Alvarado.
Las diecinueve razones que esgrime Álvaro Vargas Llosa para votar por Ollanta Humala, llevan a discrepar diecinueve veces con él. También son diecinueve momentos de practicar la tolerancia y ejercer nuestra libertad de disentir. Ambos compartimos muchas ideas y propuestas, y deseamos un país con mayores libertades para todos. Pero en esta coyuntura electoral, difiero con él en considerar a Humala como una garantía para mantener esas libertades. Esperemos que no pase mucho tiempo para ver surgir una nueva generación que levante las banderas de la verdadera democracia y libertad. Creo que ambos, y muchos otros, compartimos también ese deseo.