“LA GRAN EMPRESA”
(5-6-11-6:25PM)
Por Luis Alberto Ramírez-Miami
Una nueva flota se ha creado en el sur de la Florida: “Flota Cubana de Miami” Miami se ha convertido en la motonave más grande y lucrativa del gobierno de Cuba. Una embarcación que genera más divisas que cualquier organismo del Estado cubano. El gobierno, sin proponérselo, ha tenido la posibilidad de crear el mecanismo económico más eficiente que gobierno totalitario jamás haya siquiera imaginado.
Ninguna diáspora ha producido más ingresos a sus verdugos que la cubana. A partir de la firma de los acuerdos Alarcón/Tarnof en el año 1994, se han amalgamado una serie de factores de tal manera que se han llegado a formar (no se sabe si consiente o incon-cientemente) la empresa más eficiente y lucrativa del Gobierno cubano.
Al principio de la revolución, y hasta finales de los años ochenta, los marinos cubanos eran una especie de extraterrestres bien intencionados que al regresar del extranjero llevaban para Cuba del capitalismo lo que la cortina de hierro evitaba que los cubanos vieran. Recuerdo que una reproductora de música, un televisor a color o una simple muda de ropa no normada marcaba la diferencia; pero las empresas que hacían posible que los marinos tuvieran la posibilidad de agrietar minimamente la cortina de hierro jamás fueron rentables, todo lo contrario . Sin embargo, todo aquello se vino abajo con la caída del muro de Berlín y surgieron los nuevos extraterrestres, que no fueron otros que los familiares de Miami. Fueron esos olvidados y otrora repudiados “gusanos vendepatria” los que vinieron a suplantar a los extraterrestres del mar, y gracias a ellos el gobierno logró sobrevivir hasta 1998 que llegó al poder en Venezuela el gran Salvador.
Ahora bien, ya desde el año 1994, cuando la crisis de los balseros de Guantánamo, se fueron formando las bases de lo que con el transcurrir de los años se ha convertido en el movimiento económico más lucrativo de Cuba. Hoy por hoy no hace falta una carretera de los cayos de La Florida a la Habana. La capacidad de esa supercarretera fuera insuficiente para soportar la cantidad de cubanos que viajan diariamente a la Isla.
La enmarañada simbiosis económica emocional pasó por momentos difíciles, como cualquier empresa lucrativa, paro ya ahora camina sola. Los cubanos llegan de Cuba y en menos de un año pueden regresar. El gobierno de Estados Unidos les da sellos de alimentos, y con la ayuda monetaria que reciben del los imperialistas yankis ponen en orden los documentos pertinentes y comienza el flujo de aquí para allá, y de allá para acá. No conozco ningún cubano que haya llegado en el pasado año de Cuba que no haya regresado por lo menos una vez con la devolución de los impuestos. Y una vez que van a la primera, se convierte en una rutina.
El gobierno de Cuba ha aprovechado eficientemente las ventajas de la ley de ajuste cubano, y ha logrado la empresa extranjera más eficiente de Cuba. Esta enorme empresa es transnacional, pero la base está en la Florida, es por ello que se me ocurre nombrarla “Flota Cubana de Miami”. Somos los trabajadores cubanos del exterior. Y no bastándole al gobierno de Cuba con el robo desmesurado de nuestros ingresos por conceptos de documentación, pasajes y comunicación, también nos pone un gravamen a nuestras divisas.
Para solicitar un empleo en esta enorme empresa es necesario cumplir con algunos requisitos.
1- Tener un familiar cercano en el extranjero, preferiblemente en Miami y que sea Ciudadano americano.
2- De no tener un familiar cercano, se debe tener el valor para montarse en una balsa.
3- Tener un allegado, amigo o colega trabajando en la Oficina de Interese americana para que haga las gestiones necesarias para que te ganes el bombo.
4- Tener la suerte de ganarte el bombo.
5- No haber tenido problemas políticos con las autoridades Cubanas.
6- Una vez en la empresa, no hacer, ni decir nada que moleste a las autoridades cubanas o que ponga en peligro la imagen del gobierno revolucionario y sus dirigentes.
Una vez se cumplan los anteriores requisitos, cualquier cubano puede pertenecer a esta empresa. Esta multinacional no discrimina por conceptos de raza, religión o nivel cultural. Solo exige de sus trabajadores y asociados un comportamiento social acorde con lo establecido por las leyes revolucionarias.
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