EL VERDADERO COMPROMISO
(4-18-11-5:00PM)
por Gerardo Lazcano Naranjo, presidente del partido Neocatólico y Consejero político de JACU- Cuba.
Aquel que se refugia en Estados Unidos, por ideología ha de consagrarse a ayudar a los que quieren ver a su patria libre. Si un hermano defiende la mal llamada revolución, debe ser ayudado por ésta. Muy triste y utilizado ha de sentirse aquel que descubre que su sacrificio sirve para alimentar a personas que no tienen un ápice de dignidad, siendo estos agresores de su propia familia. Quien escoja la obra de un verdugo que llene el salón con sus semejantes, pero que no invite a las víctimas para costear el espectáculo. Los cubanos con su sentimentalismo no ponen freno a la manera burlesca en que algunos pasan por la vida, mofándose inescrupulosamente de los más sufridos, muchas veces con las glorias se olvidan las memorias. Esto desgraciadamente es idiosincracia del pueblo cubano, se ayuda a la patria logrando que reflexione aquel que disgusta y atropella a su pueblo mostrándose inflexible contribuyendo con el mal. La dádiva los empobrece en la parte espiritual que comprende a estos desgraciados. Las familias cubanoamericanas que sufrieron el totalitarismo, no se percatan que esta actitud es una merma de conciencia que se hace colectiva en la indiferencia por la libertad de Cuba.
No es gestor de lo bueno quien no valora los pasos del protegido. Se debe proteger económicamente a quien asuma con dignidad el papel de buen cubano. Un pueblo agonizando de necesidad y aplaudiendo su miseria es algo incomprensible para aquellos que desconocen lo que es el comunismo.
Por desgracia los maestros conspiran en la educación de los niños, y los padres son indiferentes y aunque muchos reconocen el daño que le hacen sienten temor a recibir el pago por esclarecerles el camino. Un niño sin experiencia de la vida defendiendo doctrinas sanguinarias y explotadoras se le perdona, pero no a padres con doctrinas humillantes que mendigan favores de los que abandonaron su tierra bajo presiones sentimentales. No permanecen los comunistas en el poder por aplausos sinceros, si no por la hipocresía de los que no tienen el valor de señalarles sus abusos.
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