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lunes, 28 de marzo de 2011

"EL GOBIERNO DE CHÁVEZ ES UNA SUCURSAL DEL RÉGIMEN CUBANO": Alejandro Peña Esclusa
(3-28-11-5:10PM)
Venezuela.- El gobierno no dialoga ni dialogará. La única forma de recuperar la democracia es que la gente presione y las protestas pacificas. Soy el único prisionero político que se dedica exclusivamente a la política, señala desde la cárcel el líder de UnoAmérica Alejandro Peña Esclusa.
Este dirigente es, desde hace ocho meses, otro preso político. De esos que el gobierno niega por acción y buena parte de la dirigencia opositora, por omisión. Pero lo cierto es que está encerrado en El Helicoide, extraña estructura construida por un dictador, olvidada por la democracia y destinada por el régimen chavista para almacenar allí a la disidencia. En esa rotonda lúgubre y deprimente, fea e inhóspita, pasa todas las horas de todos los días, contando con tan sólo un rato de sol cada quincena y el poco generoso espacio de una celda donde se apiñan los libros, una minúscula mesita de tabla, la cama y él. Dos  días a la semana recibe visitas, pero su ocupación más importante es mantener arriba el espíritu.

Estas son sus reflexiones para los lectores de ABC de la Semana.
-¿Cuáles eran sus actividades antes de caer preso?
Cumplía mis funciones como Presidente de UnoAmérica (unoamerica.org), una extraordinaria plataforma que agrupa a 200 organizaciones latinoamericanas, sobre la cual vale la pena dedicar todo un reportaje. Además, presido una de las asociaciones venezolanas más valiosas y combativas, Fuerza Solidaria (FuerzaSolidaria.org).
En cuanto a lo intelectual, escribía mucho -y lo sigo haciendo- por ser autor de libros, articulista, corresponsal de un periódico argentino, y miembro de la Academia Brasileña de Filosofía. Ya estando en la cárcel, fui nombrado directivo del Inter-American Institute.
-¿Cuál es el delito de Alejandro Peña?
Formalmente me acusan de conspirar contra el Estado. Pero mis verdaderos “delitos” han sido dedicarme 17 años a denunciar verbal y penalmente a Chávez por sus nexos con las FARC, y crear una corriente política continental distinta al Socialismo del Siglo XXI.
-¿Qué alegatos fundamentales mantiene su defensa?
Básicamente tres: no existen testigos en mi contra, porque ninguno aparece en el expediente; el allanamiento a mi casa está lleno de irregularidades, y los funcionarios sembraron evidencias (presuntos explosivos); y tanto el fiscal como el juez siguen órdenes del oficialismo.
-¿Cuáles elementos están presentes en este proceso que revelarían un trasfondo político?
El gobierno lleva años desarrollado una campaña de calumnias en mi contra, para criminalizarme y para darle credibilidad a cualquier montaje que hubiese en contra mía. El propio Chávez participó en esa campaña. Antes de que allanaran mi casa, dejé grabado un video advirtiendo que el gobierno me involucraría falsamente en un delito. El semanario La Razón advirtió de la incursión policial a mi hogar. Es absurdo que yo guardase explosivos en mi casa sabiendo que me iban a allanar.
-¿Presentía usted que su lucha derivaría en prisión? Imaginaba que sería víctima de imputaciones semejantes?
Estaba absolutamente seguro de que Chávez me pondría preso. Desde hace dos años advertí a todos mis familiares y a mis amigos, dentro y fuera del país, que se preparasen para mi encarcelamiento. Para el gobierno era inaceptable que yo siguiera denunciando internacionalmente el Socialismo del Siglo XXI y que siguiera haciendo   acusaciones contra Chávez, como la que presenté ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
-¿Qué posibilidades tiene un reo, bajo este régimen, para probar su inocencia y salir en libertad? ¿Buenos abogados y firmes argumentos garantizan el debido proceso en este país?
El sistema judicial venezolano está absolutamente corrompido y al servicio del chavismo. No existe ninguna posibilidad de un juicio justo para un perseguido político.
EL SISTEMA JUDICIAL SE USA PARA PERSEGUIR POLITICOS
-¿Qué siente alguien privado de libertad cuando se entera de que la presidenta del máximo tribunal del país manifiesta no estar de acuerdo con la división de poderes?
En mi caso, no me sorprende para nada. Por el contrario, es positivo que ella misma lo confiese públicamente, para que no quede ninguna duda de que en Venezuela no existe democracia ni independencia de poderes.
-¿Qué papel juega la presión de la sociedad para el objetivo de hacer justicia en Venezuela?
La única forma de recuperar la democracia, las libertades y la independencia del sistema judicial es que la gente presione, mediante protestas pacíficas. De lo contrario, el sistema judicial se va a seguir utilizando para perseguir opositores políticos, y no para combatir la delincuencia que tiene azotada al país.
-¿Cómo evalúa la actividad de los jóvenes universitarios en pro de conseguir la libertad de los presos políticos?
Ellos fueron, sin duda, quienes lograron las liberaciones de algunos prisioneros políticos y demostraron que el sistema judicial acata órdenes del Ejecutivo. También enseñaron a los venezolanos cómo enfrentar al régimen de Chávez: con carácter y con determinación, arrancándole a esta tiranía los derechos que nos corresponden.
-¿Qué lecciones ha ido aprendiendo durante estos 8 meses en prisión?
Creo que la cárcel es para un dirigente político lo que el entrenamiento para un deportista. Sirve para enriquecerse, fortalecerse, prepararse y crecer internamente. Me siento más fuerte, más orgulloso y más venezolano que nunca. La cárcel ha servido para identificarme plenamente con nuestra historia y con el pueblo venezolano, y también para conocer mejor los problemas de nuestro país.
-¿Qué significa la prisión política para una sociedad y qué dimensiones ha tomado en Venezuela?
La vil persecución que ha habido contra los prisioneros políticos venezolanos es un ejemplo de lo que le puede pasar a cualquiera. El despido de los empleados de PDVSA, el cierre de RCTV, la lista Tascón, las inhabilitaciones, los prisioneros políticos, los exiliados, los juicios abiertos, la persecución contra operadores financieros y constructores, son todas muestras de un mismo modelo totalitario en el que nadie está a salvo.

-¿Aún hay gente que cuestiona la existencia de presos políticos en el país…qué cree que motiva esta postura?
El gobierno no reconoce la existencia de prisioneros políticos porque equivale a decir que vivimos en dictadura. Y algunos dirigentes opositores no quieren mencionar el tema porque parecieran querer dedicarse sólo a los asuntos electorales.
-¿Usted se considera un “político preso”?
Soy el único de los prisioneros políticos que se dedica única y exclusivamente a la política, a la cual le he entregado 27 años de vida.

-¿Por qué hay presos cuyos casos son negociables y otros que se han calificado como “inviables”?
El gobierno no quiere reconocer que existen prisioneros políticos, es decir, víctimas inocentes que fueron injustamente encarceladas por motivaciones políticas. Hasta ahora ha soltado a algunos porque, luego de estar presos muchos años, les corresponden beneficios procesales o porque adquirieron inmunidad parlamentaria. A los demás no los quiere liberar porque se niega a admitir que sus juicios estaban amañados y que, en muchos casos, los verdaderos culpables están en el gobierno. El ministro El Aissami no quiere hablar de mi caso porque fueron sus propios funcionarios, al mando del comisario David Colmenares, quienes sembraron los supuestos explosivos en el escritorio de mi hija menor.
-¿Cree usted que el hecho de que algunos presos hayan sido puestos en libertad muestra disposición al diálogo por parte del gobierno o debilidad ante la presión sostenida por parte de sectores sociales dispuestos a mantenerla?
Este gobierno no dialoga, ni dialogará. Sólo cede cuando está contra la pared. El gobierno percibió que los jóvenes en huelga de hambre estaban inspirando a los venezolanos a liberarse de esta dictadura y decidió soltar algunos presos para bajar la presión.
HE RECIBIDO LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL
-¿Hay quienes han manifestado estar convencidos de que Alejandro Peña es un preso del gobierno cubano…usted lo siente de esa manera?
Sí, así es. Pienso que el gobierno de Chávez es una simple sucursal del régimen cubano. Por tanto, todos los males que estamos padeciendo son producto de la subordinación de nuestro gobierno a los cubanos, incluyendo el montaje en mi contra.
-¿Su movimiento, UnoAmérica, más enfocado hacia la denuncia en el exterior y/o su postura política más radical que la de otros actores de oposición frente al gobierno venezolano, son factores que podrían explicar la menor resonancia interna de su situación con respecto a la de otros presos?
Hasta ahora, dentro de Venezuela mi caso no ha tenido la repercusión deseada porque no pertenezco al “establishment” político. Eso se debe a que llevo diez años diciendo que la única manera de lograr un cambio de gobierno en Venezuela es invocando los artículos 328, 333 y 350 de la Constitución. Y esa posición choca con la postura oficial de los partidos políticos.
Espero que los sucesos del Medio Oriente sirvan para cambiar la falsa opinión que tienen algunas personas sobre la efectividad y la legitimidad del 350. Hay quienes prefieren esperar hasta las elecciones del 2012 para resolver los problemas del país, pero creo que es nuestra obligación considerar otras opciones pacíficas y constitucionales. Sobre todo teniendo en cuenta la desesperación de la gente, las violaciones de los derechos humanos, la destrucción de la economía, las persecución contra gente inocente, y tantos otros graves problemas que sufre Venezuela.
-¿Ha sido importante el respaldo internacional en su caso?
Los apoyos internacionales que he recibido a raíz de mi detención arbitraria son impresionantes: Veintitrés parlamentarios europeos, la bancada opositora del Congreso de Bolivia, la Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de los Estados Unidos, el Gobernador del Estado de Alabama, el Vice Gobernador del Estado de Sao Paulo, entre otros. También se han pronunciado instituciones como el Inter-American Institute, la asociación Justicia y Concordia (que agrupa a 400 abogados argentinos), la Academia de Filosofía Brasileña, la Asociación B’Nai B’Rith? de Río de Janeiro, la Unión Cívica Democrática de Honduras, el Partido Convergencia de España, la Fundación Un Millón de Voces contra las FARC, la Federación Verdad Colombia; además de académicos, parlamentarios, políticos, intelectuales y prelados de América Latina, Estados Unidos y Europa.
-¿Cómo siente la solidaridad por parte de los venezolanos?
Al pueblo venezolano le duele profundamente la injusticia que se comete con los prisioneros políticos. Las manifestaciones populares que hemos recibido son impresionantes y conmovedoras, y se expresan de muchas maneras, que van desde cartas y mensajes, hasta las oraciones diarias pidiendo por nuestra libertad. Creo que los jóvenes huelguistas han dado una gran lección de política, de compromiso, de valentía, y de solidaridad humana.
-¿Qué es más grave para un preso, el encierro o el olvido?
Definitivamente el olvido, pero ése no es el caso nuestro. La gente sencilla nos quiere y nos recuerda todos los días.
-¿Qué perspectivas le ve a la lucha de los venezolanos por recuperar la democracia?
Soy muy optimista. Este gobierno se derrumba y pronto recuperaremos las libertades y la democracia. El pueblo está despertando y están surgiendo del seno de la sociedad civil nuevos líderes; sin embargo hay que seguir luchando duro para obtener el triunfo.
-¿Cómo se vive el tiempo en prisión?…Cómo afecta la dinámica familiar la obligada separación?
En mi caso, estaba preparado psicológicamente para vivir en mi “hermana cárcel”, como yo la llamo. Estudio, leo, escribo, hago deporte, enseño kárate a mis compañeros y oro todos los días. La cárcel es muchas veces una pasantía necesaria en la formación integral de un líder político, y así lo he asumido. En realidad, estoy más preocupado por el sufrimiento de mi familia, que por mi propia situación.