Estas son sus reflexiones para los lectores de ABC de la Semana.
-¿Cuáles eran sus actividades antes de caer preso?
Cumplía mis funciones como Presidente de UnoAmérica (unoamerica.org), una extraordinaria plataforma que agrupa a 200 organizaciones latinoamericanas, sobre la cual vale la pena dedicar todo un reportaje. Además, presido una de las asociaciones venezolanas más valiosas y combativas, Fuerza Solidaria (FuerzaSolidaria.org).
Formalmente me acusan de conspirar contra el Estado. Pero mis verdaderos “delitos” han sido dedicarme 17 años a denunciar verbal y penalmente a Chávez por sus nexos con las FARC, y crear una corriente política continental distinta al Socialismo del Siglo XXI.
Básicamente tres: no existen testigos en mi contra, porque ninguno aparece en el expediente; el allanamiento a mi casa está lleno de irregularidades, y los funcionarios sembraron evidencias (presuntos explosivos); y tanto el fiscal como el juez siguen órdenes del oficialismo.
El gobierno lleva años desarrollado una campaña de calumnias en mi contra, para criminalizarme y para darle credibilidad a cualquier montaje que hubiese en contra mía. El propio Chávez participó en esa campaña. Antes de que allanaran mi casa, dejé grabado un video advirtiendo que el gobierno me involucraría falsamente en un delito. El semanario La Razón advirtió de la incursión policial a mi hogar. Es absurdo que yo guardase explosivos en mi casa sabiendo que me iban a allanar.
Estaba absolutamente seguro de que Chávez me pondría preso. Desde hace dos años advertí a todos mis familiares y a mis amigos, dentro y fuera del país, que se preparasen para mi encarcelamiento. Para el gobierno era inaceptable que yo siguiera denunciando internacionalmente el Socialismo del Siglo XXI y que siguiera haciendo acusaciones contra Chávez, como la que presenté ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
El sistema judicial venezolano está absolutamente corrompido y al servicio del chavismo. No existe ninguna posibilidad de un juicio justo para un perseguido político.
En mi caso, no me sorprende para nada. Por el contrario, es positivo que ella misma lo confiese públicamente, para que no quede ninguna duda de que en Venezuela no existe democracia ni independencia de poderes.
La única forma de recuperar la democracia, las libertades y la independencia del sistema judicial es que la gente presione, mediante protestas pacíficas. De lo contrario, el sistema judicial se va a seguir utilizando para perseguir opositores políticos, y no para combatir la delincuencia que tiene azotada al país.
Ellos fueron, sin duda, quienes lograron las liberaciones de algunos prisioneros políticos y demostraron que el sistema judicial acata órdenes del Ejecutivo. También enseñaron a los venezolanos cómo enfrentar al régimen de Chávez: con carácter y con determinación, arrancándole a esta tiranía los derechos que nos corresponden.
Creo que la cárcel es para un dirigente político lo que el entrenamiento para un deportista. Sirve para enriquecerse, fortalecerse, prepararse y crecer internamente. Me siento más fuerte, más orgulloso y más venezolano que nunca. La cárcel ha servido para identificarme plenamente con nuestra historia y con el pueblo venezolano, y también para conocer mejor los problemas de nuestro país.
La vil persecución que ha habido contra los prisioneros políticos venezolanos es un ejemplo de lo que le puede pasar a cualquiera. El despido de los empleados de PDVSA, el cierre de RCTV, la lista Tascón, las inhabilitaciones, los prisioneros políticos, los exiliados, los juicios abiertos, la persecución contra operadores financieros y constructores, son todas muestras de un mismo modelo totalitario en el que nadie está a salvo.
-¿Aún hay gente que cuestiona la existencia de presos políticos en el país…qué cree que motiva esta postura?
El gobierno no reconoce la existencia de prisioneros políticos porque equivale a decir que vivimos en dictadura. Y algunos dirigentes opositores no quieren mencionar el tema porque parecieran querer dedicarse sólo a los asuntos electorales.
Soy el único de los prisioneros políticos que se dedica única y exclusivamente a la política, a la cual le he entregado 27 años de vida.
-¿Por qué hay presos cuyos casos son negociables y otros que se han calificado como “inviables”?
El gobierno no quiere reconocer que existen prisioneros políticos, es decir, víctimas inocentes que fueron injustamente encarceladas por motivaciones políticas. Hasta ahora ha soltado a algunos porque, luego de estar presos muchos años, les corresponden beneficios procesales o porque adquirieron inmunidad parlamentaria. A los demás no los quiere liberar porque se niega a admitir que sus juicios estaban amañados y que, en muchos casos, los verdaderos culpables están en el gobierno. El ministro El Aissami no quiere hablar de mi caso porque fueron sus propios funcionarios, al mando del comisario David Colmenares, quienes sembraron los supuestos explosivos en el escritorio de mi hija menor.
Este gobierno no dialoga, ni dialogará. Sólo cede cuando está contra la pared. El gobierno percibió que los jóvenes en huelga de hambre estaban inspirando a los venezolanos a liberarse de esta dictadura y decidió soltar algunos presos para bajar la presión.
Sí, así es. Pienso que el gobierno de Chávez es una simple sucursal del régimen cubano. Por tanto, todos los males que estamos padeciendo son producto de la subordinación de nuestro gobierno a los cubanos, incluyendo el montaje en mi contra.
Espero que los sucesos del Medio Oriente sirvan para cambiar la falsa opinión que tienen algunas personas sobre la efectividad y la legitimidad del 350. Hay quienes prefieren esperar hasta las elecciones del 2012 para resolver los problemas del país, pero creo que es nuestra obligación considerar otras opciones pacíficas y constitucionales. Sobre todo teniendo en cuenta la desesperación de la gente, las violaciones de los derechos humanos, la destrucción de la economía, las persecución contra gente inocente, y tantos otros graves problemas que sufre Venezuela.
Los apoyos internacionales que he recibido a raíz de mi detención arbitraria son impresionantes: Veintitrés parlamentarios europeos, la bancada opositora del Congreso de Bolivia, la Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de los Estados Unidos, el Gobernador del Estado de Alabama, el Vice Gobernador del Estado de Sao Paulo, entre otros. También se han pronunciado instituciones como el Inter-American Institute, la asociación Justicia y Concordia (que agrupa a 400 abogados argentinos), la Academia de Filosofía Brasileña, la Asociación B’Nai B’Rith? de Río de Janeiro, la Unión Cívica Democrática de Honduras, el Partido Convergencia de España, la Fundación Un Millón de Voces contra las FARC, la Federación Verdad Colombia; además de académicos, parlamentarios, políticos, intelectuales y prelados de América Latina, Estados Unidos y Europa.
Al pueblo venezolano le duele profundamente la injusticia que se comete con los prisioneros políticos. Las manifestaciones populares que hemos recibido son impresionantes y conmovedoras, y se expresan de muchas maneras, que van desde cartas y mensajes, hasta las oraciones diarias pidiendo por nuestra libertad. Creo que los jóvenes huelguistas han dado una gran lección de política, de compromiso, de valentía, y de solidaridad humana.
Definitivamente el olvido, pero ése no es el caso nuestro. La gente sencilla nos quiere y nos recuerda todos los días.
Soy muy optimista. Este gobierno se derrumba y pronto recuperaremos las libertades y la democracia. El pueblo está despertando y están surgiendo del seno de la sociedad civil nuevos líderes; sin embargo hay que seguir luchando duro para obtener el triunfo.
En mi caso, estaba preparado psicológicamente para vivir en mi “hermana cárcel”, como yo la llamo. Estudio, leo, escribo, hago deporte, enseño kárate a mis compañeros y oro todos los días. La cárcel es muchas veces una pasantía necesaria en la formación integral de un líder político, y así lo he asumido. En realidad, estoy más preocupado por el sufrimiento de mi familia, que por mi propia situación.
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