LA OPINIÓN AJENA FRAGMENTOS DE UN ARTICULO DE HUBER MATOS ARALUCE

viernes, 11 de febrero de 2011

LA OPINIÓN AJENA
(2-11-11-5:05PM)
FRAGMENTOS DE UN ARTICULO DE HUBER MATOS ARALUCE
Ni Cuba ni el castrismo tienen importancia estratégica para los Estados Unidos o la Unión Europea. Como hemos mencionado antes, Hugo Chávez y sus acólitos son una tormenta pasajera en una gota de agua para Washington.
En el caso cubano el gobierno de los Estados Unidos y la Unión Europea tienen una estrategia de espera que le da al castrismo la ventaja de la iniciativa: EU levantará el embargo y la UE suavizará su Posición Común cuando la tiranía en la isla inicie una transición democrática. Pueden pasarse esperando medio siglo más sin que pase nada.
A menos que esta situación cambie, una revuelta popular en Cuba no tendrá el apoyo exterior necesario y probablemente fracasará. Quienes han estado vaticinándola tienen la oportunidad de verse en el espejo egipcio y reconsiderar su optimismo.
En Egipto los medios de comunicación tradicionales y los digitales han tenido un rol fundamental antes de, y, durante la revuelta. En Cuba la penetración de Internet y la telefonía celular es mínima comparada con la de Egipto y los medios tradicionales (radio, televisión y periódicos) están controlados por el estado.
Pasarán muchos años antes de que el pueblo cubano llegue a tener un acceso similar a los medios digitales, aun si el régimen lo permitiera. El acceso a medios tradicionales independientes en Cuba es impensable bajo el castrismo.  
Radio Martí refleja la política de los Estados Unidos hacia Cuba, más preocupada por la estabilidad que por un cambio en Cuba.
En Cuba como en Egipto el papel de las Fuerzas Armadas será decisivo, pero no podemos perder de vista que en Egipto la revuelta pacifica combatió violentamente contra la policía represiva y la venció.
Una revuelta popular en Cuba, por pacífica que quiera ser, tendrá que combatir y vencer contra las unidades antimotines del Ministerio del Interior. Mientras que en Egipto la lucha contra la policía dejó un saldo de más de 300 muertos, en Cuba me arriesgo a pronosticar que la cifra será mucho mayor.
El pueblo cubano tiene mucha más razones para protestar que el egipcio. Su situación económica es mucho peor, la represión ha sido mucho mayor. Más de medio siglo de tiranía totalitaria no puede compararse con tres décadas de dictadura egipcia, que no ha limitado la actividad y la empresa privada ni el contacto con Occidente, como lo ha hecho la tiranía castrista.
Un joven cubano desesperado se monta en una balsa improvisada y se juega la vida tratando de llegar a los Estados Unidos, pero tiene más posibilidades de mejorar su situación que enfrentando a un régimen despiadado que ha asesinado y condenado a prisión a miles de personas.
El hecho es que el pueblo cubano está abandonado a su suerte. De la mayoría de los gobiernos latinoamericanos y del de España lo que ha visto hasta ahora, es amistad y tolerancia hacia los hermanos Castro.

El respaldo de los Estados Unidos y de la Unión Europea no se traduce en un factor de apoyo y estímulo a las aspiraciones democráticas del pueblo, con la excepción de la posición de algunos países europeos. 
Los cubanos en el exterior que esperan una revuelta interna sin apoyarla con hechos y recursos, pierden una oportunidad histórica. 
Tenemos que lograr que la UE y los Estados Unidos cambien su estrategia por una que penalice al castrismo activamente si no inician el cambio político; también los exiliados tenemos que apoyar a los cubanos de la oposición en la isla que demuestren capacidad, honradez y patriotismo.
La experiencia egipcia es una bendición para un pueblo que merece vivir en democracia. Es también una bendición para el pueblo cubano (dentro y fuera de la isla), que tiene la oportunidad de estudiar lo que ha sucedido en Egipto y tomar las acciones que garanticen el futuro éxito de un posible estallido popular en Cuba.(Publicado en "Patria Pueblo y Libertad")