DESDE CUBA: ¿CONGRESISTAS O TRAIDORES?

sábado, 26 de febrero de 2011

DESDE CUBA: ¿CONGRESISTAS O  TRAIDORES?
(2-25-11-5:30PM)
Por  Agustín López Canino
El Congreso del Partido se pudiera nombrar Concreto del Partido para tratar de tapar las grietas abiertas en el muro del poder, muro que rodea al pueblo esclavizado de Cuba. Las modificaciones, reestructuraciones y recapacitaciones que propondrían, estarían fuera de contexto, serían señuelos, demagogia y fraude. Como se ha demostrado a través de 52 años, el estado solo ha entregado al hombre humilde, -con, de y para el cual se realizaba la Revolución- las sobras de las egolatrías del poder; la teoría maoísta-comunista, en la que se plantea el trabajo en base a satisfacer las necesidades, se ha burlado; se satisfacen las necesidades mediante la corrupción generalizada.
Quiénes participarán en el congreso, más que los hipócritas políticos, los oportunistas, los apañadores de las violaciones de derechos, los de la doble moral, -que es la ausencia de ella- los mentirosos, los enlodadores en la podrida ideología castrista, los estafadores de la cultura, los malversadores de los recursos del pueblo, los manipuladores de las necesidades de los desposeídos, los que sentenciaron a miles de hombres a largas condenas, los que asesinaron a Orlando Zapata Tamayo, los que contribuyeron directamente a las exclusiones, los destierros y fusilamientos, los que ordenan la permanente represión a que se somete a los hombres que divergen de la egolatría castrista. Pero no solo participaron en el pasado, sino que continúan participando en el presente.
Cuál ha sido el camino recorrido para ser elegido o participar en el congreso, sino el apoyo incondicional a lo antes dicho.
Cuál de los congresistas se atreverá a plantear el cambio de la Constitución en cuyo primer artículo se esposa la libertad, el derecho y la justicia, y/o la sustitución de los castro- presidentes que por su praxis y proceder han convertido a Cuba de una república en una monarquía.
Cuál por una vez en su vida ejercerá la vergüenza para señalar al partido único como responsable directo y ejecutor de la crisis espiritual y material en que se ha sumido al país.
Cuál, en un acto honorable, cuestionará el derecho de los actuales gobernantes a seguir mal gobernando, y hará una defensa al pluripartidismo, señalando al unipartidismo como dictadura, tiránica y cruel, basada en el poder.
Cuál reclamará al estado y al presidente la firma del Protocolo Facultativo que valida los Pactos Internacionales de Derechos Humanos.
Cuál de ellos considerará la realidad del parasitismo estatal, y dirá basta a la demagogia, la mentira, la utopía y las promesas jamás cumplidas.
Cuál exigirá la participación de los que pensamos diferente como condición para un diálogo franco, transparente y civilizado como práctica democrática.
Cuál ejercerá la virtud de hombre, y no de prostitutas y proxenetas políticos.
La irresponsabilidad, la negligencia y la burocracia han dado paso al ejercicio de la incapacidad, de la amoralidad, a la ausencia de decoro, honor, y honestidad, la transgresión de la dignidad y la integridad, la prostitución de la justicia y el derecho, trastrocándolo todo alternativamente en causa y efecto, donde la desobediencia y la desorganización social forman ya una cultura de vida.
Las sociedades requieren a veces saltos para salvar el futuro. Cuba necesita un salto y eso el Congreso, el Partido y el Presidente no lo permitirán, porque en el futuro salvado dejarían de vivir como parásitos, y  tendrían que ejercer realmente la profesión para la que son elegidos, -es decir, de servidores públicos- para servir, no para ser servidos como vulgares esclavistas. Eso tampoco lo aceptarán.
El Congreso del Partido es más de lo mismo; el propio nombre lo define: Congreso del Partido, no del pueblo, porque el partido hace mucho rato que dejó de representar al pueblo y sus intereses. Sería un buen congreso si no participara el partido, cuya política apesta como cadáver corrompido. El Partido Comunista de Cuba es la concreción de la hipocresía, la mentira, el latrocinio, la amoralidad, la deshonestidad, la traición, la injusticia, el oportunismo y la corrupción. Sus dirigentes que no han incurrido en estas bajezas, las han tolerado conscientemente en sus compañeros, y esos son los que harán el Congreso porque son el poder.
Cuba, cuánto dolor y sufrimiento por haber desoído a tu Apóstol.