La seguridad del estado nos arrestó en horas del mediodía de ayer, con uso injustificado de la fuerza, a mi esposa Yusnaimy Jorge Soca, a Manuel Cuesta Morúa, Leonardo Calvo Cárdenas y a mí, para impedir la realización de un simple debate académico, organizado por la plataforma cívica ´Nuevo País¨ y cuya temática versaba sobre el comportamiento de las relaciones Cuba-EEUU y Cuba-Unión Europea.
La arbitraria acción de la policía política tuvo lugar en los bajos de la casa del disidente Juan Antonio Madrazo, en la calle 23 en el Vedado, lugar donde habría de realizarse la actividad y para la que estábamos invitados unos quince miembros de la sociedad civil.
El arresto sobrevino porque, como en ocasiones anteriores, los militares vestidos de civil, sin identificarse y con la sola explicación de que no permitirían la reunión, nos abordaron para impedirnos el paso a la casa y acto seguido exigieron que nos retiráramos de la zona.
Ante la completa ausencia de fundamentación legal en el proceder de los oficiales nos negamos a acatar su orden, lo que conllevó a que de inmediato localizaran dos carros patrulleros para conducirnos detenidos a la unidad de la policía.
Como esa situación sucedió en plena vía pública a la vista de los transeúntes y vecinos del lugar, sin que a los militares les preocuparan los perjuicios que estaban causándonos, Yusnaimy empezó a gritar ¨nos arrestan por defender la libertad y los derechos del pueblo cubano¨. Eso bastó para que nos fueran encima tratando de callarla y meterla al patrullero con violencia. Traté de impedir que la agredieran y terminaron por forcejear conmigo y meterme al carro después de aplicarme una técnica de inmovilización que aún me mantiene con dolores en la región cervical y parte de la espalda.
A Yusnaimy y a mí nos llevaron para la 4ta unidad de la policía en el Cerro, mientras Cuesta y Leonardo fueron conducidos para la 7ma. Unidad de La Lisa. Todos fuimos víctimas de interrogatorios donde no faltaron las amenazas e intimidaciones y, por supuesto, el trato irrespetuoso.
En el caso de Yusnaimy, el oficial que la interrogó le advirtió que de seguir con su labor opositora le van a quitar a Dariel, nuestro pequeño niño de 9 años, y lo meterían en un orfanato. Refiriéndose de esa manera al mismo niño que el 31 de agosto de 2006, sobre las 2:00 de la madrugada, dejaron sólo y con la llave del gas abierta después de llevarme detenido arbitrariamente. Además de estar traumatizado por las decenas de actos de repudios que ha sufrido junto a nosotros en nuestra casa, y por los múltiples arrestos a sus padres que ha tenido que presenciar.
Con este tipo de acciones cobardes, ilegales e inmorales las autoridades del régimen y su aparato represivo demuestran claramente que ninguna de las medidas que implementen tendrá nada que ver con aperturas ni reformas democráticas.
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