MEMORIAS DE LOS DÍAS DEL FUEGO-V
COMO POR UNA CASUALIDAD, PERDIMOS UN IMPORTANTE ALIJO DESTINADO A LOS COMBATIENTES EN CUBA
(10-17-10-10:00AM)
Copia fotográfica de la página 2-B del The Miami Herald, del viernes 22 de octubre de 1965, que muestra la columna del periodista Carlos Martínez Barraqué, dando cuenta de la ocupación de un alijo de pertrechos de guerra, destinados a los alzados que todavía peleaban en Cuba contra las hordas milicianas, preparado por el Movimiento Nacionalista Cristiano, del que el autor de este artículo era Jefe Nacional. Por Aldo Rosado-Tuero
Hay creyentes de las religiones africanas que aseguran que Fidel Castro está protegido por un "trabajo" formidable. Yo no me atrevo a darle visos de veracidad a esa afirmación, pero sí puedo atestiguar de por lo menos tres eventos en que el hombre ha salido bien librado milagrosamente. Hoy sólo me referiré, a una vez que en el Escambray, un jefe de milicias que trabajaba para los alzados anticastristas, lo trajo a una trampa donde en un bohío lo esperaba Vicente Méndez apuntándole con una carabina M-1. Cuando Vicente apretó el gatillo, la carabina nos disparó, y en el próximo disparo se encasquilló, saliendo Castro con vida y sin siquiera enterarse. Lo que relataré hoy no es tan importante, pero prueba, como la casualidad impidió que un alijo de municiones y otros pertrechos pudiera llegar a los alzados, a los que desde aquí, brindábamos ayuda cada vez que podíamos burlar la persecusión de las Autoridades de este país destacados para hacer cumplir la "Ley de Neutralidad", los guadacostas de USA, los del Royal Navy inglés en las aguas de La Bahamas y a los guarda fronteras castristas. Como había sucedido anteriormente y como sucedió con posterioridad, con nuestro propio esfuerzo, los nacionalistas cubanos, agrupados en el Movimiento Nacionalista Cristiano, que yo dirigía, logramos juntar otro cargamento que les era imprescindibles a nuestros hermanos dentro de la isla y todo estaba listo para embarcarlo en los primeros días de octubre de 1965, pero como he contado anteriormente, había que esperar circunstancias en que el Coast Guard recibiese órdenes de hacerse el de la vista gorda, porque salía alguno de los barcos de la CIA, para nosotros escabullirnos, en la estela de los grandes, con nuestro pequeño Chris Craft de 24 pies de eslora. Aunque no recuerdo con exacta precisión la fecha, alrededor de mediados de octubre se presentó la oportunidad y quedamos de hacer el "rendes vous" con nuestro barco y el team que desde tierra llevaríamos los pertrechos. Yo pasé la tarde en la Playa de Crandon Park, (ver más arriba mi foto tomada ese día), cerca del Farito de Cape Florida, como un bañista más, vigilando la costa y esperando que llegara el carro con el alijo, que conducía Pablo Castellón, para pedir que se acercara el barco bajo el mando Militar de Gregorio del Campo del Valle. Todo estaba planeado para que el barco se acercara a la costa en cuanto oscureciera. Allí abordaríamos la embarcación, nos pondríamos nuestros uniformes militares y navegaríamos hacia Cuba, para tratar de infiltrarnos para entregar los pertrechos. Una vez llegado el carro, procedimos a sacar los pertrechos y a cubrirlos con unos encerados y echarle arena encima; pero cual no sería nuestra sorpresa, cuando un poco antes de las 7 de la noche, llegaron dos carros de policías y varios camiones al área, muy cerca de donde estábamos. De inmediato usando el walkie talkie (cuando aquello todavía no existían los teléfonos celulares) le comunicamos a los del barco que abortaran la operación y que regresaran a Black Point, donde nos encontraríamos en la noche, para tratar el próximo día de rescatar los pertrechos enterrados en la arena.
La próxima mañana estaban varios obreros de la construcción, protegidos por dos carros patrulleros (cosa usual en estos menesteres para que no se acerquen personas al lugar de la construcción y les pueda ocurrir algún accidente). A pesar de que nos turneamos todo el día, al llegar la noche nos hicieron, como exigen las regulaciones, abandonar la playa.
La próxima mañana, volvimos para observar desencantados y dolidos como las excavadoras se acercaban al lugar y finalmente descubrían el alijo, y como se perdía el esfuerzo de meses, y lo que era peor, como nuestros hermanos perdían la oportunidad de apertrecharse de municiones. Allí nos percatamos, que no había delación, ni que las Autoridades sospecharan nada. El asombro de los obreros y los policías fue mutuo. Sólo la mala suerte y la casualidad frustraron ese viaje.
A continuación, para los lectores, que no puedan leer la letra menuda, les copiamos lo escrito por el periodista Martínez Barraqué, narrando la noticia: "UNA CUADRILLA de obreros de la construcción descubrió accidentalmente, en una playa de Key Biscayne un depósito de armas, municiones y uniformes militares, destinados a las guerrillas que dentro de Cuba combaten a Fidel Castro. El descubrimiento se produjo cuando una excavadora removía la arena en un punto cercano al Faro de Cabo Florida, en el citado cayo.
En el escondite había 400 ó 600 cajas de municiones calibre 30, 14 cargadores con balas, tres pares de pantalones, tres camisas de campaña, tres cantinas, varios uniformes variados y un equipo para desalinización de agua de mar, según los investigadores.
En el depósito se encontró una nota con fecha primero de octubre, firmada por 'el grupo de acción del Movimiento Nacionalista Cristiano', una organización anticastrista con sede en Miami.
La nota está dirigida a 'nuestros estimados compatriotas' y expresa la esperanza de que los abastecimientos serían recibidos sin contratiempos"
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