PERDÓN SR,- SU TÍTULO ESTÁ ERRADO

miércoles, 29 de septiembre de 2010

PERDÓN SR,- SU TÍTULO ESTÁ ERRADO 
  (9-28-10-5:30PM)
Por: Lic. Maria del Carmen Carro
Su título Sr. Fernando Milanes, “Prisionero Olvidado”, hiere sensibilidades. Mortifica y lastima a los que por ya muchos años hemos permanecido al lado del Dr. Oscar Elías Biscet. Unos, prisioneros igual que el galeno, como Ángel Moya Acosta y Diosdado González Marrero, Guido Sigler Amaya, Librado Linares….
También nos lastima a otros que la represión castrista nos impuso un adios a la tierra natal. No buscando beneficios personales, sino buscando la continuación de la causa anticastrista. Así, también lo consideró Biscet, cuando le dije.- Tengo que partir- Él personalmente me dijo.- “Hace falta que el mundo conozca lo que está pasando en nuestra Patria, las violaciones de Derechos Humanos”.
El grupo que siguió a Biscet desde sus inicios está aquí en EEUU, unos en Miami, otros en diferentes Estados, pero la mayoría aquí y siempre al tanto de que su lucha continúe. Y como no me gusta hablar en abstracto y en justo reconocimiento a los hombres que le siguieron, que callados se han entregado a rehacer sus vidas y la de sus familias en este país, que nos brindó Refugio. No hay una sola acción de Oscar Elias Biscet en la que no estuvieran presentes. Alejandro Chang Cantillo, Marcel Valenzuela Salt, José Aguilar Hernández. Marlon Cabrera, (fallecido), Carlos Alberto Domínguez, (fallecido), Rolando Illobre, Ohalis Victores y ésta que hoy responde a sus palabras, dichas quizás “al descuido”. En sus hogares, en nuestros retoños Biscet siempre está presente.
Observe, si Biscet está presente, que le confieso, nunca me gustó utilizar para identificarme ningún otro titulo que no fuera el nombre que me dieron mis padres y a petición del que usted identifica como “prisionero olvidado”, en todos mis trabajos, que muchos son sobre mi hermano cautivo escribo Licenciada.
Un día me dijo.- “De ahora en adelante debemos hacernos reconocer también por nuestros títulos profesionales”.
Existían muchas tendencias que subvaloraban a los que tomábamos las calles. El argumento. “No teníamos un Proyecto diseñado”. No habíamos preparado un Plan de lucha, desconociendo en sus “buenas” o “malas intenciones” la profundidad de la lucha pacífica “no violenta”. “Es necesario crecer con el pueblo y por eso su iniciativa de crear el Club de Amigos de Derechos Humanos.”.- apuntó el médico, a quien los esperaban largas horas de dedicación a esta iniciativa, que acaparó la atención dentro y fuera de la Isla.
 “Crecer en  Pirámide”, pero las bases serán nuestros vecinos y de ahí su Proyecto, de crecer con hombres que no estaban en las filas de la Oposición Interna. Había que tocar las puertas de los vecinos, de los amigos y darles a conocer lo que significa la Declaración Universal de Derechos Humanos. Esa tarea la realizó con hombres muy valientes que lo siguieron y que tuvieron como Sede la casa de Raúl Arencivia Fajardo y su esposa. Biscet siempre tuvo muchos seguidores. Nunca estuvo solo
Aquí está Raulito, el hombre que le brindó su casa al médico y al grupo del Club de Amigos de Derechos Humanos. Siempre atento a las sufrimientos de su hermano de lucha, además porque tuvieron una amistad muy sólida desde jóvenes. En su casa aquí en Hialeah, el nombre de Biscet siempre está presente. No hay olvido.
Qué el grupo de Biscet ha sido silenciado. ¡No!. Biscet, es un grupo. Biscet, somos todos los que sufrimos al lado de él y de su madre Hilda González, y de su padre Nivaldo. Los que reconocemos el valor de su esposa, quien ha soportado tantos años de soledad.
El exilio, el Gobierno de EEUU, sus amigos, sus hermanos de lucha, los periodistas que estuvimos a su lado siempre a pesar del riesgo tan grande que significaba reportar una demostración de desobediencia civil, siempre a través de todos estos años hemos mantenido el nombre del Dr. Oscar Elías Biscet en lo más alto del valor por Cuba.
Se diseñan muchas historias, y hasta hay veces ‘historietas” del médico encarcelado, pero este que le muestro es autántico.
Mi pulóver con la imagen de Biscet, ya está descolorido, y así lo prefiero. Lo llevo con orgullo, no un día de actos donde hay prensa. –No-. Lo llevo un día cualquiera de mi vida de exiliada. Y lo hago, por eso, porque lo conozco bien y se que él no se dejaría sobredimensionar. Él confía desde ese rincón de su celda en sus hermanos de lucha –“Biscet es un grupo”, es muchos hombres cubanos. Me gusta llevar su imagen, además, porque siempre recibo la misma muestra de respeto y admiración por este amigo encarcelado que van desde-¡Éste si es el bárbaro,  ¡que guapo! ¡El Titán de Bronce! El Maceo de estos tiempos!  
Disculpe Sr., por “SU TÍTULO ERRADO” Y Gracias, Sr.: POR RECONOCER A UN AMIGO.
NOTA DE NUEVO ACCIÓN: La colección completa de nuestro diario, está aquí para demostrar que nosotros nunca lo hemos olvidado y que, muy por el contrario, hemos apoyado toda campaña que se ha iniciado en su favor, hemos iniciado campañas por nuestra cuenta y, cada vez que hay una oportunidad, recordamos al mundo el calvario de este hombre-luz.
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