Creer que los turistas americanos en Cuba serán una especie de embajadores de la libertad es una burla a la inteligencia. Los estadounidenses no hablan español, van a disfrutar de la playas, de los mojitos y de la música. Un porcentaje de ellos disfrutarán de sexo barato, el más barato del continente, el mismo que van a disfrutar a Cuba muchísimos turistas españoles.Quienes apoyen eliminar esa restricción están condenando al pueblo cubano a más años de esclavitud y haciéndole a la oposición democrática mucho más caro el precio a pagar por su desafío y su sacrificio. Con toda la buena fe que puedan algunos tener, le están lanzando un salvavidas a Raúl Castro y a su mafia represora".Huber Matos














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