UN CONCIERTO A PUERTAS CERRADAS

martes, 25 de mayo de 2010

UN CONCIERTO A PUERTAS CERRADAS
(5-24-10-5:30PM)
Por Luís Alberto Ramírez - Miami. 
En una respuesta a la oleada de críticas que ha generado el comportamiento de la Habana por cincuenta años y que ahora después de la invención del Twitter, Facebook y la llegada del teléfono celular a Cuba ha salido a la luz pública internacional, el Canciller cubano se rasga las vestiduras y afirma sin el más mínimo temor al choteo que el gobierno cubano es quien más respeta los derechos de los reclusos a nivel mundial. Decir que eso es una tremendísima falacia es ofender al sentido común, sin embargo, la respuesta de la Habana a la Iglesia Católica con respecto a las nuevas medidas penitenciarias tira por tierra lo afirmado por el vetusto Canciller.
Según fuentes eclesiásticas el gobierno de Cuba se comprometió a llevar a los presos más enfermos a centros hospitalarios y los que estaban lejos de sus ciudades acercarlos a ellas. Para comenzar, la afirmación de que llevarían a los más enfermos a centros hospitalarios reafirma la opinión de que les estaban violando el derecho a la atención médica y por consiguiente el derecho a la vida, es decir, son enfermos y no estaban siendo atendidos en hospitales. La segunda concesión hecha a la Iglesia demuestra que el gobierno no solo castigaba al prisionero por sus ideas, sino que también castigaba a sus familiares al internarlos en cárceles a cientos de kilómetros de sus localidades. Si se tiene en cuenta la crisis de transporte que existe en Cuba, cualquiera se podría imaginar fácilmente el calvario que significa para un familiar de preso viajar para ver a sus seres queridos.
Las concesiones que aparentemente comienzan hoy día lunes, no mencionan la puesta en libertad de ningún reo, sin embargo, los analistas del caso cubano creen que eso viene por añadidura. Yo en lo personal creo que sí, pero con una condición, aceptar el destierro a cambio de la libertad. Muchos presos tendrán que aceptar esta desgarradora propuesta para poder ser libres, sin embargo, muchos otros no aceptarán y tendrán que esperar la democratización total de Cuba o en su defecto, que el mundo le haga a la tiranía de los hermanos Castro lo mismo que le hicieron al régimen de Sur África, y eso sería muy difícil debido al empuje de la izquierda internacional.
Por lo pronto esperemos que me equivoque y todo salga según los deseos de los familiares de los presos. También me viene a la mente el Sr. Fariñas en huelga de hambre por más de ochenta y seis días, justamente exigiendo un mejor trato a los prisioneros enfermos. De cumplirse la promesa hecha por la tiranía a la Iglesia, Fariñas podrá conservar su vida y los presos recobrar su libertad, esa es una noticia que le alegra el día a cualquier cubano. Vamos a ver si en el transcurso de la semana no llega el sordo y nos jode el concierto.