PUNTO Y. APARTE

martes, 18 de mayo de 2010

PUNTO Y. APARTE
(5-18-10-5:30PM)
Por: El Director
El atrincheramiento de los geróntocratas que esclavizan a Cuba es cada día más evidente.
Se han empeñado en mantener el poder a toda costa; y la barbarie y la estupidez se muestran en cada una de sus acciones.
Ahora la han emprendido contra la "peligrosa arma" que es el instrumento de saber representado en los libros.
Como lo han sido siempre: unos bárbaros de la peor calaña, están confiscando libros de las Bibliotecas Independientes.
En cada gesto, en cada declaración, en cada postura, van dejando ver muy claramente que no van a permitir una solución pacífica, y esto es peligroso, pues poco a poco se van decantando los campos y son más los que pasan a engrosar las filas de los que no ven otra solución, que no sea la violenta.
Esto comentario lo inspira una carta recibida de un viejo amigo, religioso hasta las cachas, que apoyó entusíasticamente y con fervor a " la revolución" en sus primero años, pero que después, desencantado, se retiró tranquilamente y sin hacer mucho ruido y permaneció en el silencio y el ostracismo, hasta hace un par de años que, más o menos, comenzó a hacer sus pininos en la resistencia pacífica.
Pero ahora este amigo afirma con el mismo fervor de sus años revolucionarios: "Cada día es más fuerte en mí la creencia de que nada se puede hacer ya en Cuba con la palabra; que lo que se requiere es que el monólogo de la violencia castro- marxista, que apenas ha obtenido algún monosílabo férreo en forma de bala de nuestro campo, tenga la adecuada contestación de descargas cerradas."
Y termina su mensaje de una manera que asusta, sobre todo si se tiene en cuenta que ya hay muchos que se van convenciendo día a día de lo mismo.
 "Hace falta sangre, mucha sangre que purifique este ambiente de asco que se respira en toda Cuba."
¿Desesperación de un revolucionario honesto frustrado, o decisión, convencimiento y adherencia a una tesis que tiene cada día más adeptos?
El tiempo y los acontecimientos futuros dirán la última palabra.