PUNTO Y. APARTE
(5-5-10-5:30PM)
Por: El Director
La salida normal y en continuidad de una situación a otra se llama reforma.
La salida menos cómoda, pero en ciertos casos indispensable y nada temible, se llama cambio.
La salida con ruptura de continuidad, como un salto brusco en lo previsible, se llama revolución.
La cuestión es si de la situación cubana--que es súper deficiente y no da para perfeccionamientos--vamos a salir por una reforma, por un cambio o por una revolución.
Mucho me temo de que el hecho de que el régimen se proclame a sí mismo perfecto y suficiente, y que trate siempre a los propugnadores de reformas o cambios, como enemigos extremistas al servicio del enemigo pre fabricado, demuestra su voluntad de dejarnos con la cruda y apocalíptica alternativa, que se le ocurrió proclamar a un rey francés: "Después de mí, el diluvio".
La violencia es lamentable, desde luego, pero ¿quién tiene la culpa?
¿Quienes son los culpables? ¿Los que utilizan la violencia porque los han puesto de espaldas contra la pared y no pueden hacer otra cosa, o los que han creado las inadmisibles condiciones de ese drama?
1 comment
Como están las cosas y ante las proclamas de que prefieren hundir la isla en el mar antes que renunciar a la miel del poder, creo que la dictadura nos está obligando a aplicar sus mismos métodos de violencia.
La vía pacifica no está dando resultados. Ni siquiera la muerte de OZT y las huelgas de hambre de Fariñas y de otros, han conmovido a la elite moncadista.
A la dicatura habrá que darle candela como al macao... No se puede pedir reformas, cambios a quienes con vil prepotencia se han autoproclamdo dueños absolutos de Cuba y su destino.
Saludos
Espe
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