JEAN GUY ALLARD: MERCENARIO DE LA PLUMA AL SERVICIO DEL CASTRISMO
viernes, 21 de mayo de 2010
JEAN GUY ALLARD: MERCENARIO DE LA PLUMA AL SERVICIO DEL CASTRISMO
Aquí le tienen. Si la cara es el espejo del alma, el rostro de este mercenario franco canadiense es la viva estampa del descarado y taimado vendido al mejor postor. Y en este caso, el mejor postor resultó ser la tiranía sanguinaria de los Castro y sus viejos cómplices que por 51 años han encadenado al pueblo cubano y han gastado millones de pesos para mantener engañado al mundo acerca de la naturaleza de ese sanguinario y ladrón régimen.
Este sujeto tiene la cara dura de acusar de mercenario al servicio del extranjero a cuanto cubano enemigo del castrismo trabaja por el derrocamiento de la tiranía o por desmontar las mentiras difundidas por él y gentes como él. Según una de las definiciones del diccionario--la que más le encaja a este francocanadiense de Quebec-- es la que dice: "Mercenario: el que sirve a un príncipe extranjero por cierto estipendio".
¿Cómo puede un canadiense trabajando en la maquinaria de inventar mentiras de una tiranía extranjera, calificar de mercenarios a los cubanos que luchan por la libertad de su patria? Aquí, el verdadero mercenario es él, que no es cubano y vive en Cuba como un potentado, gracias a que se ha prestado a ser el "novelista" oficial de la oprobiosa tiranía. Sus libros y artículos son verdaderos culebrones aderezados con los más estrafalarios ingredientes que se le ocurra mezclar a este mercenario de la pluma, que bien podría dedicarse (seguramente que con más éxito literario que el que obtiene ahora con sus inventos de complots y complicidades fabulosas) a escribir telenovelas, donde se pueden inventar todas las situaciones que el autor quiera sin necesidad de aportar pruebas o atenerse al más elemental sentido del buen juicio del espectador.
Jean Guy Allard, como buen mercenario extranjero, vive en Cuba rodeado de lujos, gozando de todos los privilegios de la Nueva Clase y los "pinchos" y "mayimbes' servidores de la tiranía. No compra sus alimentos por la libreta de racionamiento, no tiene las resctricciones que padecen los cubanos de a pie. Entra y sale de Cuba cuando quiere y cobra muy bien por sus infames acusaciones sin fundamento. Todo estos privilegios los obtiene en su condición de mercenario que se presenta como "Experto en la mafia de Miami".
JEAN GUY ALLARD, HASTA NAUSEAS PRODUCE PRONUNCIAR SU NOMBRE.
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