PUNTO Y. APARTE
(4-29-10-5:00PM)
Por: El Director
El mundo ha cambiado mucho en los últimos años y las circunstancias son otras, especialmente ha cambiado mucho el carácter del cubano de las recientes generaciones.
No resulta fácil precisar si el Espíritu Nacional se encuentre al nivel de la época en que vivimos, porque no basta con el hecho de que un par de cubanos lo estén para afirmarlo, pero viceversa, tampoco es necesario que la mayoría de la nación, haya alcanzado gran altitud para negarlo.
Cabe, inclusive, que casi todo lo que piensa un pueblo sea materia inferior, y sin embargo se perciba ya que muchos de sus hombres tocan la raya de la plena actualidad histórica.
Yo creo honestamente que esta es la situación de Cuba, a la hora que escribo, y aunque no puedo en tan corto espacio perfilar el contenido exacto de mi creencia, estoy convencido de que el espíritu de Cuba está salvado.
Hoy hay jóvenes cubanos que suenan aldabonazos despertadores para que los oigan sus iguales y contra viento y marea, contra todas los malos augurios, han roto la apatía y la desesperanza y su labor va poco poco despertando conciencias de iguales que pronto formarán avalanchas.
Digan lo que digan derrotistas y augures pusilánimes el ansía de libertad no se extingue fácilmente.
Pasará por períodos de eclipses, atonías y postraciones, como las que han padecido otros pueblos, pero de su deprimente letargo actual se levantará, cuando un taumaturgo genial, henchido de viril energía y lleno de un claro sentido político, obre el milagro de galvanizar el corazón descorazonado de nuestro pueblo.
Los jóvenes cubanos tienen que sembrarse en la cabeza que solo se alcanza la categoría de vencido después de haber luchado, y eso distingue al vencido del desertor y del cobarde.
No se puede vivir si una fe, el que no la tiene es un muerto.
Todo cubano que no consiga situarse con la debida grandeza ante los hechos que se avecinan, está obligado a desalojar las primeras líneas y permitir que las ocupen las nuevas dirigencias, los jóvenes animosos y firmes.
¡Que ya en Cuba comienza a amanecer y el sol de una nueva esperanza para Cuba se adivina en el horizonte!
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