Los capitalistas ayudan a los comunistas en la Cuba pre Castro-I

Los capitalistas ayudan a los comunistas en la Cuba  pre Castro-I

Cuando se constituyó la CTC en 1939,  el entonces Presidente, Federico Laredo Brú se negó a reconocerla jurídicamente, amparado en lo que regulaba la legislación sindical cubana. Desde entonces los comunistas no cejaron de luchar con tesón y persistencia, por la aprobación de una ley que reconociera la agrupación de las federaciones obreras en una sola confederación. El propósito era asegurar el control del movimiento sindical, al prohibir que pudiera existir más de una confederación. La “demanda de lucha” agitada con más vehemencia por Lázaro Peña(en la foto) en el último Congreso Nacional de la CTC había sido la de exigir “que se apruebe la ley que confirme la plena personalidad jurídica de la Confederación de Trabajadores de Cuba, reconocida de hecho por el Gobierno”.

El Ministro de Trabajo, José Suárez Rivas, sometió al consejo de Ministro el proyecto de decreto…Según el Dr. Suárez Rivas nos ha expresado… “Se estaba construyendo el Palacio de los Trabajadores para el cual (los comunistas) ya habían recogido cerca de dos millones de dólares y el Senador Hornedo, acababa en esos días de donar doscientos mil dólares, cuyos fondos los estaba manejando Joaquín Ordoqui en nombre del Partido y usando parte de esos dineros en la campaña política del Partido comunista. El reconocimiento jurídico de la CTC, ponía coto a esa situación dado que el decreto con fuerza de ley número 2605, regulaba el destino de los fondos de la organizaciones sindicales, fiscalizadas por el Ministerio del Trabajo y el darles un destino distinto tenía sanción penal para las Organizaciones Profesionales”.

“Este argumento se aceptó—nos agrega el Dr. Suárez Rivas—y el 9 de abril de 1943 se publicó el decreto correspondiente y dicté la resolución oportuna mandando a inscribir a la CTC”.

Este reconocimiento, con carácter exclusivo, de la CTC, facilitó el camino a los dirigentes comunistas para forzar  la sindicalización  de todos los trabajadores y la incorporación de todos los sindicatos a su CTC.

(Tomado del Libro “Historia del Partido Comunista de Cuba” por  Jorge García Montes y Antonio Alonso Ávila- Ediciones Universal-Miami)

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