REFUGIADO CUBANO EN ARGENTINA SUFRE DISCRIMINACIÓN POR PRESIONES DEL CASTRISMO
(1-12-10-5:30PM)
Por Pablo Docimo (Especial para Nuevo Acción, desde Argentina)
La historia de Roberto Cruz Cruz (en la foto) es como la de cientos de profesionales cubanos de la salud que aprovechan las misiones oficiales en el exterior para escapar de Cuba.
Eso es lo que hizo Roberto Cruz Cruz, en abril de 2007, a quien en enero de este año el Estado argentino reconoció como refugiado y le otorgó residencia temporaria en el país.
Sin embargo, todavía hoy, no sólo no puede ejercer plenamente sus derechos como refugiado, sino que además, es víctima de las presiones que ejerce el gobierno cubano sobre los funcionarios argentinos encargados de regularizar esta situación.
Roberto fue reconocido como “refugiado” mediante el acta resolutiva N.018, emitida por el Comité de Elegibilidad para Refugiados (Cepare), dependiente de la Dirección Nacional de Migraciones del Ministerio argentino del Interior.
En esa ocasión, el Estado argentino entendió que Cruz Cruz cumplía “los presupuestos legales” para gozar del beneficio del refugio, entre ellos el “temor fundado de persecución por una opinión política”.
Un dato no menor es que, entre los fundamentos de la resolución, el Gobierno argentino reconoce que “es de público conocimiento que los ciudadanos cubanos deben solicitar permiso de salida de su país, violándose el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”. Ahora bien, desde el mes de febrero de 2009 Cruz Cruz solicitó al área de convalidaciones del Ministerio de Educación de la Nación el análisis y resolución de su caso invocando las leyes y resoluciones que se mencionan anteriormente.
Sin justificación alguna, las respuestas recibidas por parte de este Ministerio fueron siempre evasivas y sin argumento alguno. Por tal motivo, remitió su pedido al Director Nacional de Gestión Universitaria, Lic. Jorge Luís Steiman del mismo Ministerio (como lo establece la resolución ministerial 252). En este caso, el Sr. Steiman jamás respondió personalmente, sino a través de su Secretaria, la Sra. Mónica, quien intentaba forzar a Cruz Cruz a regresar la solicitud a la misma área (esta Área de Convalidaciones es subordinada directa del Sr. Steiman) o sea, la misma que anteriormente evadía asumir el caso. Roberto, insistió hasta el cansancio, y finalmente consiguió que el Dr. Guillermo Eugenio Banzas (Coordinador Área de Convalidaciones Ministerio de Educación de la Nación, subordinado del Sr. Steiman) le concediera una entrevista el martes 28 de julio de 2009 a las 13 hs., donde asistió en compañía de otro refugiado cubano, Eddy Rodríguez Valdés, quien enfrenta la misma situación de Cruz Cruz y de otro testigo de nacionalidad argentina que, por el momento y por razones obvias, preservaremos su identidad. Durante la entrevista, el Sr. Banzas reconoció en todo momento que se estaban violando sus derechos (los de Cruz Cruz) conforme a las leyes y la Constitución Argentina, pero que este era un asunto político con Cuba y no le correspondía a él darle una explicación. Tal es así que Banzas le dijo, textualmente: “Yo no te voy a explicar las razones políticas por las cuales nosotros tenemos el convenio que tenemos con Cuba, porque no me corresponde”
Sin embargo, el Sr. Banzas reconoció la aplicabilidad de la ley 26.445 a todos los títulos emitidos por Instituciones de Educación Superior Cubanas, dado que dijo: “… en el ámbito del Convenio, puede venir un colega….que estudió en Cuba, ¿qué se hace? ¡la aplicación directa del convenio que nosotros firmamos….yo lo tengo que convalidar!” Pero a su vez, el Sr. Banzas expresó su disgusto por la inequidad en el cumplimento de las leyes y la Constitución argentinas: “….me parece que la Argentina debe cumplir con sus acuerdos internacionales, pero debe cumplir con su Constitución. Y nosotros tenemos un proceso de contradicción en el concepto de igualdad ante la ley”. Y describe la desigualdad: “…yo convalido a un chico que estudió en la Escuela Latinoamericana de Medicina, pero no puedo convalidar su profesor.”
Y continúa: “Es un proceso de decisión política que está en la legislatura nacional y supongo que algún día lo solucionarán…mientras tanto, vos tenés la protección del alto comisionado de las Naciones Unidas, tengo entiendo. Hay una ley en Argentina que determina que nuestro país debe colaborar, etc, etc, etc, pero nadie explica a qué se llamó colaborar”.
Intentando dar una solución extraoficial a su situación, el Señor Banzas expresa: “Porque en realidad lo que este burócrata debería decirte es: yo no tengo convenio con Cuba, andá a la Universidad! Entonces vos vas a la universidad y te rechazan”; y agrega: “Entonces, si estamos sometidos a la imaginación de algún funcionario, a la buena voluntad…. si viene un supernumerario del ministerio, esta reunión tampoco la tienen, y no podemos depender de la buena voluntad….”.
Más adelante, el Sr. Banzas comienza a develar dónde se encuentra la traba: “…esto es un incendio… deberíamos, primero, imponer la voluntad del Estado, en el sentido de que no es posible que yo convalide a un chiquilín que estudió de 4 a 5 años en la Escuela Latinoamericana de Medicina, y no a un profesional…..A mí no puede ser que el gobierno cubano me diga cómo hacer la norma en la Argentina…”. Y asegura más adelante: “….nosotros tenemos una lista de 275 profesionales cubanos refugiados… ¡No los puedo ayudar!” Finalmente el Sr. Banzas, con la aparente intención de ayudar, reconoce sus vínculos con el Gobierno dictatorial cubano cuando expresa: “Me parece que lo que tenemos que hacer es esto: yo le voy a pedir a la embajada como un favor personal….es más….a la gente que me manda los cohíbas, yo les mando botellas de Rutini (un vino argentino de muy buena calidad) que le gusta mucho allá a alguien importante… y yo les mando cajones de Rutini…¿ves?….intercambiamos información…; como yo estoy armando una biblioteca, les pido cuatro programas, entre ellos estará el tuyo”.
Minutos antes de concluir la entrevista, el Sr. Banzas expresó: “Lo que hay que hacer con Cuba es resolver la unificación del convenio, y basta con eso de que los muchachos de la Isla me digan a mí como tengo que reconocer los títulos académicos.”
El 22 de octubre de 2009, el Director Nacional de Gestión Universitaria, Lic. Jorge Luís Steiman le envió a Roberto Cruz Cruz, a través de uno de sus funcionarios, una respuesta definitiva que le impide ejercer sus derechos en la República Argentina.
Desde ese momento, Cruz Cruz se sintió abandonado a su propia suerte, y según sus propias palabras, dice: “Ahí comprendí con dolor el poder que tiene la dictadura cubana en los asuntos del Gobierno de la Nación Argentina. También, cada Institución de la Nación Argentina a las que recurro, a hacer esta denuncia, hacen oídos sordos a mi ruego de brindarle al maravilloso pueblo argentino mis conocimientos y mis servicios integrándome a la vida social y económica de este hermoso país. Pero para estos funcionarios públicos argentinos pesan más sus compromisos político - ideológicos y los turbios lazos con el autocrático gobierno estalinista de Cuba que el cumplimiento de la Constitución, las leyes y los tratados internacionales que ha firmado la República Argentina.”
Es así que después de escapar de la dictadura cubana por la violación masiva de los derechos humanos que se sufren dentro de la Isla, este refugiado cubano, como tantos otros, aún se encuentra desprotegido y limitado de ejercer sus derechos de libertad por la misma causa, la ideológica, quedando en evidencia, una vez más, la persecución política del gobierno castrista incluso fronteras afuera de la Isla, a lo que debemos agregar la vergonzosa complicidad del gobierno de los Kirchner
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