¿POR QUÉ JOSÉ MARTÍ?

jueves, 28 de enero de 2010

¿POR QUÉ JOSÉ MARTÍ?
(1-28-10-9:30AM)
Por Luis Conte Agüero

Desfiles Escolares. Concursos Poéticos. Ediciones de sus Obras. El gigantesco empeño Lincoln-Martí con 42 centros en Miami. Universidades, Colegios. Escuelas. Aulas. Cátedras, Bibliotecas. Plazas Cívicas. Parques. Bustos. Estatuas. Seminarios. Convenciones. Biografías. Musicales. Atuendos Especiales. Museos. Investigaciones. Obras Teatrales. Diarias menciones radiales. Pensamientos que publicaciones destacan como sentencias bíblicas. Billetes. Monedas. Medallas. Sellos... Y todo ese tesoro en tributo justo no ocasional sino sistemático, año tras año, un día y otro y el siguiente. Yo he pronunciado muchos discursos sobre su vida, leído su obra, y dedicado a su oratoria mi tesis del doctorado en Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana. Viejísimos ejemplares de mi libro “Martí y la Oratoria Cubana” publicado por Editorial Sarmiento, Buenos Aires, Argentina, todavía se ofrecen en venta por la Internet.  
¿No se autoproclamó el propio traidor discípulo de Martí y lo llamó el autor intelectual del Asalto al Cuartel Moncada un nefasto 26 de julio?
José Martí crece en la memoria y el culto de los cubanos en la medida en que crece dramáticamente la necesidad de seguir su orientación y su mandato patriótico. Descabezada la libertad, despedazadas las instituciones republicanas, llevado al paredón el civismo ciudadano por una tiranía que no se afianza en el amor ni en la opinión pública sino en el envilecimiento y la servidumbre de los viles, urge que se fortalezca la decisión de resistencia y combate en aquellos que no se resignan a tamaña infamia ni a ver morir la decencia cívica en sus conciudadanos.
Más de medio siglo de totalitarismo brutal no ha podido fusilar el civismo martiano en el pueblo de Cuba. De ahí que persistan en la Isla manifestaciones de un coraje democrático irrenunciable que el despotismo castiga con la persecución, la represión, la prisión, la tortura, la muerte.  No descansan el duelo y las protestas en las cárceles, las damas que caminan en flor y claman libertad, las misas y los servicios públicos donde la oración se vuelve juramento de seguir y seguir, los esfuerzos denonados de las Bibliotecas Libres, las Organizaciones patrióticas que procuran sobrevivir inventando y resistiendo, y otras expresiones de repudio al régimen que somete al pueblo a la esclavitud y la miseria.
Y en el exterior jamás se ha descansado. Los desterrados cubanos alcanzan pináculos en múltiples actividades y metas sin olvidar ni descuidar su deber irrenunciable con el tríptico Dios, Patria y Libertad. Ahora mismo toma vuelo un Día Internacional del Exilio Cubano que alcanzará vastas resonancias y confirmará la voluntad de no cejar hasta que el comunismo no sea más que un recuerdo maldito en camino al olvido total, y Cuba se reintegre victoriosa y próspera a la civilización y la libertad y la soberanía, sin tener que depender de la caridad ajena, ni de la venta política del país a cuatreros que siguiendo el ejemplo de los Castro buscan a sangre y maldad el poder vitalicio en pueblos maltratados.
¿Qué explica el culto a José Julián Martí y Pérez, llamarlo El Apóstol, dar su nombre a tantas organizaciones y proyectos y entidades? Acaso esta relación de actividades y talentos viabilice la comprensión:
Nace en La Habana el 28 de enero de 1853. Su infancia proyecta talentos y virtudes precoces. Muy joven sufre el Presidio Político en las Canteras de San Lázaro, Habana, y en Isla de Pinos.
Deportado a España, escribe el conmovedor Presidio Político. Se gradúa de Licenciado en Derecho Civil y Canónico el 30 de junio de 1874 y de Licenciado en Filosofía y Letras el 24 de octubre de 1874, ambos en la Universidad de Zaragoza.
De 1878 a 1895 hay cierta libertad de prensa en Cuba. La increíble pasión cubana por la palabra se refleja en el impresionante volumen de publicaciones, en un período dado, en un país de tan escasa población.
El Partido Liberal Autonomista de reciente fundación gana las elecciones en Oriente y Camagüey. El pro español Unión Constitucional gana en occidente.
Es lógico que el rebelde José Martí y Pérez, secretario del Club Central de la Habana, no sea elegido diputado a Corte . No adquiere el título de abogado en el bufete de Nicolás Azcárate y de Miguel F. Viondi porque el texto del juramento exige lealtad a España y él rechaza aceptarlo.
El 7 de noviembre de 1878 el Liceo de Guanabacoa declara miembros de honor a Martí y Nicolás Azcárate.
El 26 de abril de 1879, durante el brindis en la Acera del Louvre, La Habana, al periodista Adolfo Márquez Sterling, dice Martí: “Los derechos se toman, no se piden; se arrancan, no se mendigan”.
El 27 de agosto de 1879, a la llamada Guerra Chiquita se incorporan Guillermón Moncada, Quintín Banderas y José Maceo, alzamiento de tres bravos que se compara a la deportación de tres dignos: Emilio Bacardí, Francisco Mancebo y Pedro Salcedo.
El Partido Liberal Autonomista hace campaña contra la guerra; sirve a España. Llega Calixto García Iñiguez de Estados Unidos. Regresa Calixto a Estados Unidos.  Fracaso inevitable. Martí escribe al general Emilio Núñez Rodríguez para que desista del combate, de modo que la revolución no parezca obra de bandidos. “El último de los vencidos, el primero de los honrados”
Lo deportan el 25 de septiembre de 1879. Escribe y publica en Venezuela. En su peregrinar, afectado por dolencias y nostalgias, la libertad constituye su obsesión sublime. Donde quiera que llega, deslumbra.
El 16 de abril de 1887 lo nombran Cónsul General de Uruguay en New York.
Integran entonces la población cubana 1.102.889 blancos y 628,879 no blancos.

No siendo modernista y con trece años más de edad que Rubén Darío (1867-1916) Martí anticipa el modernismo con Ismaelillo (New York, 1882) poemas dedicados a su hijo (foto a la izquierda junto a su madre Carmen Zayas Bazán), y con sus innovadores Versos Libres y los llamados Flores del Destierro.  El propio Darío en su libro Los Raros reconoce y reproduce algunas de tales anticipaciones. Continuaron esta inclinación modernista los poetas cubanos Julián del Casal, Agustín Acosta, Regino Boti padre, José Manuel Poveda. Se destacaron en el modernismo latinoamericano el argentino Leopoldo Lugones, el colombiano José Asunción Silva, el mexicano Amado Nervo y otros poetas.
En octubre de 1888, Martí, que escribe en La Nación, representa a la Asociación de la Prensa de Buenos Aires en Estados Unidos y Canadá.
Siempre en misión de redención cubana, Martí funda “La Liga” en New York el 22 de enero de 1890.
Escribe en 1891 los famosos Versos Sencillos.
Ofrece memorables lecturas y conferencias patrióticas.
El 10 de octubre de 1891 lee en el Hardman Hall de New York: A caballo venimos este año. Los días grandes llegan.
Presentado por Ramón Rivero, pronuncia el 26 de noviembre de 1891 su memorable Oración de Tampa “Para Cuba que sufre la primera palabra” y el día siguiente, 27 de noviembre, su discurso Los Pinos Nuevos. El 28 funda con el negro Cornelio Brito la Liga de Instrucción. Los emigrados de Tampa acuerdan “reunir en acción común republicana y libre, todos los elementos revolucionarios honrados” ”preparación franca y desinteresada para la república” ”una organización revolucionaria que fomente y respete la constitución local y libre de las emigraciones” “una república justa y abierta, una en el territorio, en el derecho, en el trabajo y en la cordialidad, levantada con todos y para el bien de todos”.
Invitado por José Dolores Poyo a visitarlos, Martí navega a Cayo Hueso el 25 de diciembre. Habla en el Club San Carlos y en el Hotel Duval.
Publica el 5 de enero de 1892 las bases y estatutos del Partido Revolucionario Cubano, organizador de la guerra, documento que la Emigración aprueba el 10 de abril.
Publica el 14 de marzo el primer número del periódico Patria.
Da a conocer el Manifiesto del PRC el 27 de mayo de 1893.
Firma con Máximo Gómez el 25 de marzo de 1895 el histórico Manifiesto de Montecristi y escribe en la misma fecha una nueva carta a Federico Henríquez y Carvajal, conocida como su Testamento Político. También de esa fecha es la carta a su madre “En el pórtico de un gran deber” donde le asegura que jamás saldrá de su corazón obra sin piedad y sin limpieza.
Ya en los campos de Oriente, provincia de la Isla, escribe a su amigo mexicano Manuel Mercado  sobre la importancia de Cuba en el destino continental.
Martí ha visitado varios países, recogido fondos para la revolución, juntado a los militares de la Guerra de los Diez Años, brindado una ideología nueva a la gesta independentista. Falta que corone la prédica con la acción. Y lo hace con valor infinito. Muere en combate el 19 de mayo de 1895.
La ruta hacia esa muerte, la obra genial que va rindiendo y acumulando, y la conclusión en martirio y gloria