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LLAMAMIENTO PARA EL 24 DE FEBRERO

 “Salió mi patria en febrero

con filo y sangre a comprar

el derecho de llevar

una estrella en su sombrero”

Rafael García Bárcenas

La aparente pasividad en el drama cubano de la mayoría de los habitantes del Archipiélago, no da muchas alas a la esperanza. Pero no se debe de olvidar, que la experiencia demuestra, que cuando se desencadena en la historia, la fase brusca o violenta de una revolución o un vuelco radical, ésta se ha producido mucho antes, secreta o públicamente en la conciencia de los hombres. Y en Cuba, hay ya muchas mentes que dentro de sí han visto develarse las tinieblas y creen llegada la hora, otra vez, de que el espíritu se haga carne ante su atormentada realidad.

Pero para que eso ocurra, se necesita el empuje inicial. Y el primer quehacer es gritar nuestra verdad. Repetirla mil veces cada día. En todo lugar y por todos los medios. Propagarla hacia los 4 puntos cardinales. Prender el fervor, en las almas capaces de fervor. Y atraer las simpatías de los que no saben dar más.

Por estos días se habla mucho de unidad. En Cuba, está surgiendo, poco a poco, como el elefante, con paso lento pero aplastante, un aparato capaz de aglutinar a todas las tendencias y a todos los minúsculos partidos oposicionistas. Nos referimos a los Municipios de Oposición. Desaprovechar esa oportunidad sería un crimen de lesa patria.

Febrero les brinda a los opositores de Cuba, una oportunidad única. Tienen por delante un mes entero para coordinar actos de calle para el próximo 24 de febrero, aniversario del inicio de la guerra de Independencia. Ese día podía iniciarse la etapa de la verdadera resistencia cívica activa y militante. Los MDO ya organizados, debían convocar a todos los opositores de su Municipio, para que ese día salieran a la calle, en manifestación pacífica, en un mismo lugar y a una misma hora. Igual debían hacer los otros proyectos, movimientos, partidos, partiditos y organizaciones opositoras, en cada lugar de Cuba donde existan al menos 5 opositores. Que en cada Municipio o barrio, los opositores menos numerosos se unan a los que tienen más militancia activa.

Si ese día existiera la voluntad de dar una demostración de carácter nacional, tomando cada localidad la tarea y responsabilidad de hacerla en su ámbito, el régimen tendrá que utilizar todos su recursos, dividiéndolos, para atender los distintos lugares y pueblos, en que  la oposición salga unida a demostrar. Y la demostración de pujanza, asombraría al mundo y les granjearía la admiración, el respeto y la solidaridad de muchos.

Bastará con unas simples consignas y la voluntad de darse a conocer en las calles, ante el ciudadano común, que es el futuro combustible que hay que conquistar para encender el gran fuego de la resistencia civil.

El futuro aparece espantosamente sombrío, y con paliativos a fin de sobrevivir, no se puede inspirar confianza, ni dar pie a la esperanza en días mejores. El país se encuentra en un momento crucial de su historia y el pueblo se halla a la espera de soluciones nuevas y definitivas. Ha llegado el momento de reunir a todos aquellos que por interés bien entendido o por sentido cívico, desean hacer algo antes de que sea demasiado tarde.

Pero es especialmente a la juventud a la que hay que ganar para el empeño redentor. A la juventud de las fábricas, de las oficinas, de la Universidad, a los jóvenes desencantados de la UJC, a los jóvenes desocupados y sin porvenir; a toda esa juventud cubana, para que forme en las filas de la oposición militante. Y a los jóvenes, idealistas y generosos no se les gana con manifiestos ni declaraciones abstractas, ni proyectos divorciados de su realidad cotidiana, sino pateando las calles, junto a ellos, arrimando el hombro y corriendo junto con ellos los mismos riesgos.

Este próximo 24 de febrero, podía muy bien marcar el cambio en el péndulo de la historia patria. Solo hace falta un poco de voluntad y patriotismo. La consigna podía ser: NO DESCANSAR HASTA CONQUISTAR.