QUE PAGUEN LOS RICOS

viernes, 20 de noviembre de 2009

QUE PAGUEN LOS RICOS

Por José M. Izquierdo
En mi niñez escuché frases frenéticas a las turbas de “revolucionarios” castristas, que hoy recuerdo cuando leo un titular que dice “Impuestos a ricos deben financiar reforma de salud”. 
Cuando la revolución castrista empujó a las masas en contra de aquellas personas que calificaba de ricos “burgueses”, les gritaban  “Que se J…”, “son unos…”. “Abajo la burguesía”  Etc. y esas consignas, ayudaron a Castro  terminar con una clase social llamada burguesa, que tenía en sus manos el poder del desarrollo económico de Cuba y ahí tenemos los resultados.
No todos fueron iguales como algunos pensaron que iba a suceder, surgió otra clase social que sustituyó a los burgueses, más poderosa, parásita, ineficiente, despiadada y corrupta, con un control absoluto sobre todos, llamados “Dirigentes” (Interprétese, Dictadura, tiranía). A partir de entonces, el pueblo de Cuba comenzó a disfrutar de igualdad social y económica, donde supuestamente todos son iguales, pero, iguales en la pobreza, no en la abundancia, desposeídos, dependientes del estado, esclavos políticos y privados de sus derechos civiles y humanos. Sucedió lo que Martí pensaba sobre el socialismo. “De ser esclavo de los capitalistas, el hombre pasara a ser siervo del estado”  
La frase, “Que paguen los ricos” suena bien a los oídos de muchos ingenuos  y hasta puede no ser dicha con mala intención. Pero es una señal de peligro para los que poseen capital, suena como un castigo al éxito alcanzado por la capacidad para producir. El plan o reforma del sistema de salud, (urgentemente necesaria en los EEUU), no puede buscar su apoyo económico en castigar a unos llamados “ricos”  para beneficiar a otros llamados “pobres”. Lo que se da a alguien que no lo ha ganado, se le quita a otro que lo ganó. Un seguro médico no puede costar a un trabajador un tercio de su salario. Una noche en un hospital no puede costar a un trabajador que gana menos de $30 mil al año, $12 o $25 mil. Una aspirina no puede costar en un hospital, $450.00. Estos tres ejemplos que expresan la realidad de los servicios médicos, son las ganancias de una poderosa industria, protegida por nuestras leyes, a la que hasta hoy, nadie ha podido regular.
Si quienes dirigen la sociedad, permiten que las leyes  respondan enteramente a las reglas de los grandes propietarios o financieros, mientras que las opiniones, intereses o necesidades de las mayorías, no cuentan para nada, ese gobierno ha fracasado en su gestión.
Expresado en lenguaje popular (como lo decía un amigo) el dinero es muy cobarde, si lo asustas se esconde. Si asustamos a los ricos y les quitamos sus incentivos, frenamos el desarrollo. Sencillamente el capital se esconde o se va a otros lugares más seguros.