Fidel y su guataca en la mirilla telescopica

Fidel y su guataca con mirilla telescópica

Durante el tiempo que pasó escondido en la Sierra Maestra y en los primeros meses después del triunfo de la revolución, Fidel Castro se retrataba siempre con un rifle de mirilla telescópica colgado del hombro. Cincuenta años después, en una Cuba destruida por su gobierno, sin divisas y manteniéndose solamente con la ayuda de otros países como la Unión Soviética en el pasado y Venezuela –que no podrá aguantar mucho más- en el presente,  Castro comienza a mirar para todos lados buscando un nuevo benefactor. En una de sus últimas “Reflexiones” ha puesto a China comunista por los cielos en un extenso artículo, tan repleto de alabanzas, que tal parece que ha cambiado aquel famoso rifle por una guataca con mirilla telescópica.  

Por Antonio J. Fernández  

La economía de Cuba ha llegado a una situación tan deplorable y desesperada que el propio Fidel Castro, dejando a un lado su orgullo, escribió el pasado 6 de octubre una “Reflexión” en la que poco falta para que elevara a la República Popular China a la altura del cielo y que se puede calificar con aquella vieja frase de: “entre mimos, halagos, ternuras” que creo se le atribuye al ex presidente de la Cuba de ayer, el Dr. Ramón Grau San Martín.  

En el presente, con la situación económica a un nivel mundial deplorable, Castro ha vuelto de nuevo los ojos a la República Popular China para tratar de solventar sus necesidades con un artículo halagador y sumiso, al que tituló “La Historia no pude ser ignorada”, que parece ser el primer paso para una reconciliación que no tiene otro objetivo que encontrar el respaldo económico para sustituir al que ahora tiene de Chávez, que todo parece indicar que ha llevado a Venezuela –a pesar de su petróleo- a una miseria que se acerca bastante a la que existe en Cuba y que ha recortado la mayoría de los suministros que antes le enviaba la otrora Perla de las Antillas.  

Refiriéndose al desfile hecho por ese país asiático al conmemorar el “60 Aniversario de la República  Popular China”, Castro escribe: “Ningún país occidental desarrollado podría alcanzar  el nivel de precisión  y organización mostrado por China ese día” y continúa diciendo que “Las distintas fuerzas que por allí desfilaron, hombres y mujeres, lo hicieron con porte y elegancia insuperables. Cualquiera podría negarse a creer que miles de seres humanos fueran capaces de alcanzar una organización tan perfecta. Tanto los que marchaban a pie como los que desfilaban en sus vehículos pasaron delante de la tribuna y saludaban con precisión, orden y marcialidad difíciles de alcanzar”.  

Como una clara amenaza, resaltó la presencia de los cohetes intercontinentales DF-31, “Capaces de golpear con cabezas nucleares a blancos situados a 10 mil kilómetros de distancia, así como los cohetes de alcance medio y las defensas anticoheteriles”, agregando que “El ejército chino posee ahora la mayoría de las armas sofisticadas que forman parte de los arsenales de los países occidentales”.  

Si toda esta palabrería no es una adulación con el objetivo de volver a utilizar a China Comunista de paganini  para sustituir a la Venezuela de Chávez, cuya economía va hacia abajo como el avión que se le apaga el motor, ¡qué venga Dios y lo vea!