
Una de las personas que públicamente reconoció el documento fue el coronel en retiro Víctor Boitano, abiertamente opositor al orteguismo.
“A mí me dijo esa fuente, que no voy a revelar para que no lo manden a matar, que el proyecto se ha estado implementado poco a poco a lo largo del año, y la meta era lograr la reelección de Ortega para mantenerlo en el poder al menos durante 15 años”, acusó Boitano.
EL NUEVO DIARIO intentó comunicarse con las personas aludidas, pero no fue posible ubicarlas. Incluso se llamó al embajador Tomás Borge, pero dijeron en su oficina que se encontraba en la sede diplomática de Nicaragua en Perú
“En Nicaragua y Honduras, donde todavía no está asegurada la sucesión revolucionaria de los presidentes actuales, debería arrancar de lleno, con una campaña ininterrumpida iniciándose con el próximo congreso sandinista a realizarse en octubre de 2009. En el caso de Honduras se trabajará en la reelección de Zelaya para Noviembre 2009”, reza el documento, que no está escrito en papelería con membrete y sellos oficiales ni firmas del FSLN.
En el texto se habla de “Recuperación de los Derechos Revolucionarios Perdidos” y otros planes que requieren “una Nueva Constitución Política”.
Además, dentro de los planes principales, se lee que “es importante ganar adeptos en las filas de las Fuerzas Armadas que apoyen al sandinismo, haciéndolos comprender que de esa manera están asegurando y protegiendo los intereses del pueblo entre hermanos sandinistas revolucionarios”.
“Estas reformas garantizarían las transformaciones necesarias en los campos políticos, económicos, sociales, culturales y religiosos. Abarcando la cuidad y el campo, principalmente en la posesión de la educación, salud, viviendas populares, agricultura y otros programas emblemáticos claves, como el Poder Ciudadano, resurgimiento de las cooperativas y reconversión de la Policía y el Ejercito”.
Entre los lineamientos descritos en el supuesto plan del FSLN, se habla de “reestructurar al partido con un nuevo liderazgo, donde el Comandante Daniel Ortega y el Poder Ciudadano será el símbolo de la matriz de la Segunda Revolución Sandinista”.
Además, se lee que se deberá “transformar a las instituciones del Estado en bastiones inexpugnables del sandinismo, incluyendo a las Fuerzas Armadas, Policía y Ejército, vinculándolos directamente con el partido y sus organizaciones del Poder Ciudadano”.
“Rápidamente se tiene que volver a sentir entre el pueblo a las Fuerzas Armadas del Poder Ciudadano. Para esto se implementarán jornadas revolucionarias nacionales, en donde participen juntos sin ninguna delación, militantes, militares y policías junto al pueblo”.
El documento, que tampoco lleva el sello oficial de Unida Nicaragua Triunfa, que instauró en sus comunicaciones oficiales la oficina de comunicación de la Primera Dama, establece una serie de “tareas claves” para afianzar el proyecto, como la carnetización de dos millones de personas y una alianza con la empresa privada para darles espacios de “participación”.
Además, señalan como tareas la “recuperación” de los niveles de credibilidad mediática del proyecto, mediante la inversión en medios alternativos para contrarrestar a los medios opositores; la creación y promoción de bloques independientes en los partidos de oposición, la reestructuración de las bases tradicionales sandinistas en los barrios, y cederle lugar a las nuevas generaciones de dirigentes, y el fortalecimiento de los grupos de defensa de los logros y conquistas de “la segunda etapa de la revolución”.
0 comments
Publicar un comentario